La pilar del Amor: Kanroji Mitsuri...
¿Cómo fué que todo acabó de aquella forma?
-¿Estás bien? -preguntó aquella mujer que se encontraba en frente suyo con una sonrisa, que a ojos de la pequeña, se vió bastante angelical -no te hizo daño, ¿verdad? -volvió a formular la mujer agachándose a su altura para revisarla.
Ella apenas tenía ocho años...
Y a esa corta edad... se había quedado huérfana...
No podía emitir palabra alguna. Todavía seguía en shock al haber apreciado en primera fila cómo un demonio devoraba a su tía materna.
-¡Aaah, ¿qué hago?! -exclamó la mujer alarmada al notar que la pequeña no la respondía -¡seguramente esté asustada y no diga nada! ¡¿Qué puedo hacer?! -sé preguntó a sí misma mientras se agarraba la cabeza iniciando así con otro de sus dramas.
La pequeña sólo la observaba con los pequeños rastros de sangre que estaban en su rostro. Aquella mujer era muy extraña.
Aunque...
-Cabello... -susurró por lo bajo, casi de forma inaudible, pero la contraria logró escucharla por estar cerca suyo.
-¿Qué? -exclamó con confusión -¿qué dijiste?
-Su cabello... -volvió a repetir la menor observando las hebras rosadas de la mujer frente a ella.
-Oh, ¿te parece raro? -preguntó la contraria sonriendo por lograr que al menos la pequeña emitiera alguna palabra, por un momento la creyó muda.
-No... es hermoso... -respondió la menor mirando maravillada el cabello de la mujer.
-Me llamo Mitsuri... -se presentó la pelirosa con puntas verdes al final de sus hebras mientras le regalaba una cálida sonrisa a la pequeña -Kanroji Mitsuri, una cazadora de demonios, y soy la pilar del Amor... y tú, ¿cómo te llamas?
-Sakura... -respondió la niña bajando su mirada.
-¡Ese es un hermoso nombre! -halagó Mitsuri sonriendo emocionada, cosa que provocó que la menor se sonrojara por la vergüenza -bien, Sakura-chan... -aunque, segundos después se puso de pie al decir aquello -¿no tienes a nadie más que cuide de tí?
Sakura negó ante aquella pregunta sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas por tener que recordar que se había quedado sola sin nadie que cuidara de ella...
Mitsuri se sorprendió por eso...
¿Cómo era posible?
Si era así, entonces, ¿qué haría ahora?
Sakura podría tener al menos la misma edad que uno de sus hermanitos, por lo que, se sentiría mal si la dejara a su suerte. Además, nadie la aseguraba que ella estaría a salvo...
¿Qué iba a hacer?
Se volteó a ver a la pequeña de hebras oscuras, notando así, que estaba llorando...
Sin poder evitarlo, su pecho se encogió por apreciar esa escena, por lo que, se agachó a su altura y la tomó de los hombros provocando que la menor se volteara a verla.
-Sakura-chan, escúchame atentamente... -llamó Mitsuri con su semblante serio sorprendiendo a la peli negra debido a que en todo el poco tiempo que se conocían, la había visto con una sonrisa en su rostro -quedarte aquí será un peligro para tí, eso te convertirá en presa fácil para los demonios, y si te soy sincera, no tengo el corazón de dejarte a tu suerte... así que, tienes dos opciones...
-¿Dos opciones...? -preguntó Sakura mientras se la quedaba mirando, de sus ojos aún caían algunas lágrimas, pero notó qué la pelirosa frente a ella asintió sin borrar su semblante serio.
-Puedes quedarte aquí y tratar de sobrevivir por tu cuenta, cosa que es imposible... -comenzó a explicar la Kanroji -o... puedes venir conmigo y convertirte en una asesina de demonios... tú decides...
Sakura se quedó en blanco al escuchar ambas propuestas...
No quería quedarse sola en esa montaña y esperar a ser devorada por cualquier demonio, pero, si era honesta, tampoco quería enfrentarse a ellos...
-Y-Yo... -balbuceó la pequeña desviando su mirada.
-La vida de un cazador no es nada fácil, pero te aseguro que ese camino es mejor que quedarte aquí y morir siendo devorada por un demonio -finalizó la pelirosa -pero, decidas lo que decidas, lo respetaré... -añadió Mitsuri sonriendo tiernamente mientras sus pómulos se tornaban rosados.
Sakura sintió sus mejillas arder debido al rubor que se instaló en éstas...
Aquella mujer... Kanroji Mitsuri, emitía un aura tan cálida que era imposible no quedar embelesado por su belleza. Razón por la cuál, la pequeña la observó con determinación en su mirada.
-Y-Yo... iré con usted... -respondió Sakura aceptado la segunda opción, cosa que le sacó una radiante sonrisa a la mayor.
-¡Genial! -exclamó Mitsuri poniéndose de pie para después tomar la mano de la contraria -¡a partir de hoy serás Kanroji Sakura, mi Tsuguko!
-¿Tsuguko? -preguntó la menor confundida, aunque se sorprendió al notar que la mayor la puso su apellido.
-¡Sí, serás mi sucesora! -respondió la Kanroji volteando a verla con una gran sonrisa mientras emprendían su camino lejos de aquella montaña, antiguo hogar de Sakura, para dirigirse hacia un nuevo destino...
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¿Me dejarías ser ella...?
RandomTokito Muichiro era un chico que perdió la memoria debido a la amnesia, lo que provocó que él escondiera sus sentimientos y no le importara nada... pero, su mundo cambió cuando cierta pelirosa apareció en su vida... Kanroji Sakura... una chica huérf...