Capitulo 9.

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Evitar a Sonic the Hedgehog era lo más difícil que había hecho en mi vida y hacerlo los últimos días era más difícil de lo habitual. Aparecía donde quiera que me encontrara y no podía sentirme más nervioso. ¿Me habría reconocido?, ¿Sabría quién soy?... El hecho de no haber recibido mensajes de texto de su parte, me ponía más ansioso. Lo había visto un par de veces en la cafetería y había optado por desayunar en las jardineras que estaban a las afueras del campus con tal de no encontrármelo.

Al llegar el viernes, estaba harto de esconderme en todos lados. Sabía que no podía retener a Sonic más allá del lunes por la mañana, ya que el plazo de una semana sería ese día; sin embargo, tendría todo el fin de semana para hacerme a la idea de que tendría que enfrentarme a él tarde o temprano.

-¿Estás seguro de que no quieres venir? -preguntó Amy aquella tarde mientras charlábamos por teléfono.

-Completamente seguro. Tú sabes que no soy un chico de fiestas universitarias -dije, sonriendo suavemente

-Anímate. Una fiesta no le hace daño a nadie, te distraerás de todo eso que te agobia. -me animó.

-Pero, ¿Y si Sonic aparece? -dudé

-Pues nos escabullimos entre la gente. ¿Pasarás la vida entera escondiéndote de él?, ¿no, cierto?, pronto sabrá quien eres, así que, ¿Qué más da si lo ves?

Sabía que Amy tenía razón, pero no podía evitar sentirme exageradamente nervioso.- No lo sé... -me mordí el labio inferior

-¡Será en casa de Shadow!, ni siquiera está lejos de tu casa. Prometo llevarte de vuelta si te sientes incómodo -suplicó ella

Suspiré pesadamente, mientras me decidía a aceptar o rechazar su oferta.- De acuerdo. -accedí finalmente.

Una parte muy grande de mí quería encontrarse con Sonic de una vez por todas, pero otra tenía un miedo terrible. Me obligué a colgar el teléfono y arrastrarme a la ducha.

Al salir, me pasé media hora probándome todo lo que tenía.

Cuando terminé de arreglarme, mi madre entró a mi habitación.- Amy está esperandote abajo, ¿Saldrán? -inquirió

Me sentí un poco avergonzado de mi mismo por no haberle avisado temprano, pero no había marcha atrás.- S-Sí, ¿Estás bien con eso? -dije

-¡Claro!, estoy excelente. Amy me ha dicho que te quedarás a dormir en su casa. -mi madre me sonrió

-¿Eso dijo? -mi ceño se frunció.-, no quedamos en nada

-Llámame si vas a irte a su casa, para no preocuparme. -me sonrió y yo besé su mejilla.

-Prometo hacerlo -dije tomando mi chaqueta y mi cartera.

-¡Diviértete! -dijo mientras bajaba las escaleras.

Amy condujo las seis ridículas cuadras que separaban la casa de Shadow de la mía mientras tarareaba una bonita canción. No me sorprendió encontrarme con un puñado de autos apiñonados por toda la calle mientras la música hacía retumbar las paredes de la casa. Shadow era un chico bastante sociable y agradable.

Amy bajó del auto rápidamente antes de echarse a andar rumbo a la puerta. Tuve que apresurarme para alcanzarla en la puerta principal. Cuando entramos, la música retumbó por todo el lugar y yo sonreí como bobo cuando mi amiga comenzó a bailar casi por inercia. Sin perder más tiempo, Amy localizó a Shadow y se abalanzó sobre él en un beso mortal mientras yo los miraba a lo lejos.

Cuerpos sudorosos se balanceaban al ritmo de la música pegajosa. La pelirrosa me guiñó un ojo y ambos nos dirigimos a la pista de baile. El propósito de la noche era bailar hasta que nos dolieran los pies y no pudiéramos pensar en otra cosa que no fuera quitarnos los zapatos. Había sido el pacto hecho por teléfono y yo planeaba seguirlo al pie de la letra.

Aunque pueda verte | SontailsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora