Todo era un borrón indescriptible. Todo parecía lejano. Todo parecía un sueño. Una horrible pesadilla.
Miraba el paisaje sin mirar nada y Sonic sostenía mi mano mientras conducía el jeep a mitad de la noche. Shadow y Amy venían en el asiento trasero del Jeep, adormilados y confundidos.
Mi mano estaba sobre la palanca de velocidades y Sonic tenía su mano puesta sobre la mía, con la mirada fija en el camino, pero todo el cuerpo en tensión.
Yo había entrado en una especie de trance. Un estado de adormecimiento que no me dejaba quebrarme. Que no me permitía romper a llorar en ese momento, a pesar de querer hacerlo.
Sonic era el único que podía mantenerme completo.
Ni siquiera fui consciente de cuánto tiempo había transcurrido hasta que comencé a ver el sol saliendo mientras entrábamos a la ciudad.
—Ya casi estamos ahí, bebé —susurró Sonic, besando mi mejilla en un alto y cerré mis ojos ante el cálido contacto.
Quería ver a mi mamá. Quería saber qué demonios había pasado. Necesitaba una explicación. Necesitaba saberlo o iba a volverme loco.
Sonic condujo hasta mi casa y aparcó frente a la puerta principal. Amy y Shadow bajaron del auto y yo abrí la puerta, dispuesto a salir. Sonic me detuvo, sosteniendo mi mano con fuerza y me volví para mirarlo.
—Sabes que estoy aquí, ¿verdad?, sabes que te amo y que estoy aquí contigo, ¿no es así? —el tono de su voz era dulce y urgente.
Yo asentí y besé su mano suavemente —T-Te amo —tartamudeé con la voz enronquecida por el dolor que me invadía el pecho, y entonces, soltó mi mano, dejándome ir.
Me abrí paso hasta la puerta principal y mis manos temblaron mientras buscaba las llaves.
—Déjame ayudarte —la voz dulce de Sonic llegó a mi oído mientras me quitaba mi mochila y rebuscaba en él mis llaves. Estaba a punto de quebrarme. Estaba a punto de echarme a llorar.
Sonic abrió la puerta principal y yo me precipité al interior.
Lo primero que vi al entrar a la sala fue a mi madre, sentada en el sillón, a Andrés sentado frente a ella y a Aleena y a Sonia abrazando a mi madre con fuerza. Andrés se puso de pie y abrió la boca para hablar, pero sus ojos se posaron en Sonic un par de segundos antes de estirar su mano hacia mí.
—¿Qué pasó? —susurré, sin moverme ni un milímetro. No quería que nadie me tocara.
Mi madre escuchó mi voz y la vi intentar recomponerse. Jamás la había visto tan afectada. Jamás la había visto tan vulnerable. ¿Dónde estaba aquella mujer fuerte y decidida que me había criado?, ¿se había ido junto con mi padre?...
—Tails —mi mamá se levantó del sillón y se encaminó hacia mí. Tenía el rostro bañado en lágrimas y el moño del cabello alborotado por tanto pasarse las manos por él.
Su labio inferior temblaba y pude notar cómo intentaba ser fuerte frente a mi. —¿Qué pasó? —mi voz era un murmullo débil y tembloroso.
—T-Tu papá... —susurró casi en un sollozo—, fue un accidente. Yo...
Tomó una inspiración profunda y yo apreté la mandíbula para no ponerme a gritar que necesitaba saber qué había pasado.
—Lo atropellaron—dijo, finalmente. Toda mi sangre fue drenada de mi rostro en el momento en el que escuché las siguientes palabras-: No lo logro, Tails. Él... Él no lo logró.
Lágrimas pesadas y gruesas se apoderaron de mis ojos y todo mi cuerpo comenzó a temblar. Una horrible sensación de vacío se instaló en mi pecho. Mi papá había muerto. Mi papá se había ido para siempre... Nunca más iba a besar mis mejillas al llegar de trabajar. Jamás volvería a envolverme entre sus brazos...
Los brazos de mi madre se enredaron en mi cuerpo y entonces, sucedió... Me rompí. Cada pedazo de mi ser se derrumbó en ese momento. Sollozos entrecortados brotaban de mis labios mientras balbuceaba cosas sin sentido alguno y lloraba el alma entera.
Las rodillas me flaquearon pero mi madre me aferró con fuerza, dándome el poco valor que le quedaba, murmurando contra mi oído que todo iba a estar bien; pero yo sabía que nada iba a estar bien. Nada podía estar bien.
El dolor dentro de mi pecho era insoportable. Nunca había sentido nada parecido. Era como recibir un fuerte golpe en el estómago y quedarte sin aire, y no poder respirar, y no poder moverte... Era como perder una parte de ti que ni siquiera sabías que tenías hasta ese momento. Era tan desesperante como estar bajo el agua, conteniendo la respiración, esperando que alguien te sacara de ahí y al mismo tiempo saber que nadie iría en tu rescate. Era como ver caer tu mundo entero y no poder hacer nada para impedirlo.
Unos brazos se envolvieron a mí alrededor, alejándome de la seguridad de los brazos de mi madre y el perfume familiar me inundó. No era el perfume que quería oler. No eran los brazos que quería sentir. No era mi madre. No era Sonic.
Andrés me apretaba contra su pecho con fuerza y aferré su camisa en mis puños, intentando no echarme a gritar. Intentando no correr a los brazos de Sonic. Intentando aparentar una fuerza que no tenía.
Otros brazos me envolvieron por detrás y sentí el calor del cuerpo de Amy envolviéndome con fuerza. Solté a Andrés y me giré para abrazarla. Ella aferró sus delgados brazos a mí alrededor y cepilló mi cabello murmurándome palabras de aliento. Diciéndome cuánto me amaba, cuán importante era para ella, diciéndome lo mucho que lo sentía y cuánto desearía eliminar mi dolor.
Una mano grande y familiar se envolvió en mi muñeca y tiró de mí con suavidad. Yo sabía de quién se trataba sin siquiera levantar la cabeza. Me dejé guiar hasta los fuertes brazos abiertos que me recibían, y me aferré a él. Me aferré a Sonic como si fuera la única persona en la habitación. Su aroma inundó mis sentidos y me permití llorar con aún más intensidad.
Sus brazos se tensaron en mi cuerpo y el mundo desapareció. Sólo estábamos él y yo. Yo aferrado a él y él aferrado a mí.
—Si pudiera aliviarlo, lo haría, bebé. Lo haría por ti—susurró a mi oído y me sobrecogió el tono desesperado de su voz.
—N-No quiero ser fuerte —sollocé contra su pecho, porque era lo que me habían susurrado Andrés y Amy.
—No tienes por qué ser fuerte, cariño. Yo seré fuerte por los dos —susurró para que sólo yo lo escuchara-. Te amo, Tails. Te amo. Te amo. Te amo. No lo dudes. No lo olvides. Te amo.
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Después de dejarlos mucho tiempo, creo que no era justo darles solo un capítulo.
𝐼𝒶𝓃
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Aunque pueda verte | Sontails
Random¿aún existe algo...? Se recomienda leer primero "Aún que no pueda verte" , ya que este libro es su continuación.