Aquella tarde Amy apareció en mi casa dispuesta a arreglarse. Después de ducharnos por turnos, nos ayudamos mutuamente a elegir atuendos adecuados para la noche y comenzamos a arreglarnos.Al caer la noche, Amy estaba enfundada en un bonito vestido blanco, que contrastaba con el color de su cabello y los tonos oscuros de sus párpados. Amy sabía cómo hacer lucir sus ojos verdes con un poco de maquillaje de ojos negro y máscara para pestañas. Sus labios pintados de un color suave hacían que su piel luciera como si fuera de porcelana y sus tacones altos la hacían parecer toda una modelo, a pesar de ser apenas unos centímetros más alta que yo.
Cuando Shadow llegó a recogernos, me sorprendió encontrar a Andrés del lado del copiloto.
-Decidimos usar sólo un auto -explicó Shadow, después de saludarnos.
Cuando llegamos al lugar, me sorprendió ver la larga fila.
-No vamos a lograrlo — mascullé al ver a todas las personas que esperaban entrar.
Shadow me miró como si me hubiera vuelto loco y se dirigió al inicio de la fila. De pronto, el cadenero del lugar nos hizo señas y nos acercamos.
Sin decir una palabra, el hombre nos dejó pasar.
-¡Eso es a lo que yo llamo: ser influyente! -exclamó Andrés, sorprendido.
Shadow sonrió, negando con la cabeza.- El dueño de éste lugar es nieto de un amigo de mi abuelo, es todo.
Yo le di un empujón juguetón a Amy y bromeé :- Quiero un novio influyente como el tuyo, ¿Dónde lo conseguiste?
Shadow la abrazó juguetonamente y dijo, besándola en las mejillas -: No vas a encontrar otro como yo. Somos escasos.
Yo reí, rodando los ojos mientras nos adentrábamos al lugar. De pronto, la música electrónica estalló en mis oídos y mis pies comenzaron a moverse al ritmo de la música casi por si solos. Las luces de neón brillaban en la oscuridad del lugar y una chica con una peluca fosforescente en la entrada nos pintó con pintura fluorescente los brazos y la cara.
Toda la gente en el lugar estaba pintada con aquellas extrañas sustancias y mientras bailaban se formaban figuras extrañas e increíbles.
-¡Éste lugar es asombroso! - exclamó Andrés, acercándose a mi oído para que pudiera escucharlo.
Él tenía un par de líneas dibujadas en la cara, también.
-¡Brillas! -exclamé juguetonamente, mientras le sonreía.
Él me regaló una sonrisa inmensa y tomó mi mano mientras me guiaba a la pista de baile.
De pronto comenzó a balancearse junto con los cuerpos y yo le seguí. El ritmo contagioso del dubstep me llenaba el cuerpo y de pronto estaba saltando y moviendo la cabeza como si hubiera bebido un litro entero de alcohol.
Amy se acercó junto con Shadow a los pocos minutos y comenzaron a bailar, también. Bailamos sin descanso. Sólo nos deteníamos de vez en cuando para pedir algo en la barra. Shadow no estaba bebiendo porque sería quien nos llevaría a casa. Andrés bebía sólo cerveza y Amy y yo estábamos bebiendo unos extraños cocteles hechos a base de jugo de frambuesa y vodka.
El lugar estaba a reventar, el ambiente estaba increíble y la gente estaba bailando como si no existiera un mañana.
Me dirigí a la barra por cuarta vez esa noche y me dispuse a pedir un coctel más cuando una mano larga y delgada se interpuso en mi camino.
-Una piña colada, por favor. — dijo una voz detrás de mí.
Me giré para mirar a la persona que se encontraba a mis espaldas y me congelé en ese momento.
Sally estaba de pie frente a mí, e iba enfundada en un corto vestido negro. Ella no llevaba ni una gota de pintura fluorescente en el cuerpo, y le sonreía a una chica casi igual de alta que ella.
El bar-tender me pasó mi bebida y yo di un trago, dispuesto a alejarme de aquella chica; y entonces, lo vi.
Sonic estaba parado a poco más de un metro de distancia de mí, con las manos dentro de los bolsillos y expresión incómoda.
Maldije para mis adentros e intenté escabullirme entre la gente. Creí que lo había logrado. Me volví para mirar la distancia que había puesto entre nosotros y me congelé ante lo que vi.
Sally enredaba sus brazos alrededor del cuello de Sonic y lo atraía hacia ella con fuerza mientras que él no oponía resistencia.
Entonces, lo besó.
Sus labios buscaron los de Sonic y el estómago se me revolvió por completo. Él estaba paralizado. No estaba correspondiendo su beso, pero tampoco estaba rechazándola. Cerré mis ojos con fuerza intentando aminorar el dolor de mi pecho. Intentando tragar el nudo de mi garganta. Intentando convencerme a mi mismo de que no me importaba.
Me giré sobre mis talones, y comencé a caminar, abriéndome paso entre la gente. Quería llorar. Quería gritar. Quería volver y golpear a Sally con todas mis fuerzas.
-¡Tails! -la voz de Andrés me hizo detenerme por completo y entonces, lo miré delante de mí.
Sin saber muy bien qué estaba haciendo, enredé mis brazos en su cuello y planté mis labios en los suyos.
Sentí cómo mi bebida se derramaba en el suelo, pero no me importó. Lo único que quería era olvidar lo que acababa de ver. Quería, desesperadamente, superar a Sonic.
Los labios de Andrés eran suaves, pequeños, diferentes a los mullidos y grandes de Sonic.
Tras un segundo de aturdimiento, Andrés correspondió mi beso y me tomó por la cintura mientras me besaba con fuerza. Su lengua encontró la mía y el sabor a cerveza de su beso me invadió la boca. Yo correspondí su caricia, pero no había fuego. No había esa chispa... Esa electricidad que había cuando besaba a Sonic.
Con Andrés todo era tranquilo, suave, fácil, divertido...
¿Qué demonios estaba haciendo?, ni siquiera yo mismo lo sabía.
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15 de septiembre bandaaa 🇲🇽
gente mexicana, peda en mi casa 🤠Ian☆
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Aunque pueda verte | Sontails
Random¿aún existe algo...? Se recomienda leer primero "Aún que no pueda verte" , ya que este libro es su continuación.