"Dicen que solo ganan los que se atreven"
Donde Roma se ve obligada a asistir a un internado de élite después de la desaparición de sus padres.
El internado x oc fem
Ivan Noiret x oc fem
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UNA LEVE SACUDIDA EN MI BRAZO me despierta, al abrir los ojos veo a Paula, que está de pie junto a mi cama. Rápidamente mi expresión cambia a una de preocupación al verla asustada.
— ¿Que pasa? — Le pregunto en un susurro.
— He tenido un sueño muy malo.
— A ver, cuéntamelo. ¿Que te ha pasado en el sueño?
— A mi nada, te pasaba a ti. Te hacían daño y yo no quiero que nadie te haga daño.
— Pero yo estoy bien ¿ves?
— Es que, como el anillo se lo di a Marcos, tú no estás protegida.
— Ven anda, y protégeme con tu presencia. —Bromeo mientras abro las sábanas, un bostezo se me escapa de la boca, contagiándose lo a Paula y haciéndonos reír a las dos.
— Buenas noches Roma.
— Buenas noches Paulita, te quiero.
— Yo también te quiero. — Es lo último que escucho antes de dormirme abrazando a Paula.
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Escribo con la tiza en la pizarra, Camilo me ha mandado a traducir una frase en latín, lo he hecho sin problema.
— Muy bien el análisis, Roma. A ver si aprendemos de la nueva alumna. — Le sonrió incómodamente al profesor mientras me siento en mi sitio.
— ¿Algún problema, Noiret? — Le pregunta Camilo al escuchar que hace un sonido extraño.
— No, que me ha venido como una arcada, pero ya se me pasa.
Aprieto la mandíbula con fuerza, haciendo mi mayor esfuerzo para no lanzarme y quitarle esa sonrisa socarrona de la cara.
— Le quito yo la arcada de una hostia y seguro que no vuelve a tener una en su vida. — Murmuro hacia Marcos con asco. El solo se ríe en respuesta.
— ¿Ha dicho algo, Novoa?
— No, nada. — Le sonrió falsamente antes de volver a mi cuaderno.
