𝟎𝟎𝟐

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───── ❝ los monstruos no hacen cosquillas ❞ ─────

ME SIENTO EN LA MESA DEL comedor con mi desayuno en la mano

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ME SIENTO EN LA MESA DEL comedor con mi desayuno en la mano. Paula se acerca a la mesa con cara de recién levantada.

— Levántate, hazle sitio a mi hermana. — Le ordena Marcos al que se llama Ivan, el le obedece con cara de molestia.

— Paulita ¿Que tal estas? — Le pregunto en cuanto se sienta.

— Roma, no me gusta este cole. — Me responde.

— Venga cómete los cereales. — Le digo evadiendo su pregunta, y es que no se que contestarle. Marcos le da de comer, haciendo que las chicas le miren con ternura.

— Lo siento pero los mayores se sientan en esta mesa y los pequeñitos en aquella vale? — Se acerca una profesora, me levanto intentando negociar con ella.

— Mire, perdón, es que nuestra hermana es pequeña y está asustada. Mis padres han desaparecido y... — le intentó explicar antes de que se la lleve, pero es en vano.

— Todos los pequeños lloran el primer dia y vuestra hermana tiene que pasar por esto como todos los demas. Venga vamos.

— Zorra. — murmuro sentándome, se que toda la mesa me ha escuchado, pero ahora mismo no me importa.

— Marcos. — Llama Ivan a mi hermano. — Os llaman vuestros padres en el pasillo.

— ¿Que? — No me da tiempo de reaccionar pues Marcos va a por Paula y me arrastra hasta el pasillo. Coge el teléfono y se lo pone en la oreja, al no oír nada miró a la pared, donde se encuentra una foto de nuestros padres con las letra R.I.P pintadas de rojo. Marcos se queda mirándola, pero yo corro al comedor.

— ¿Pero a ti que coño te pasa? — Le pregunto con rabia antes de meterle una hostia con la mano abierta. Intento parpadear para ahuyentar las lágrimas que se han empezado a formar en mis ojos. — ¿Que te crees muy gracioso? — Le vuelvo a preguntar.
La sonrisa burlona que adorna su cara me dan ganas de meterle un puñetazo. Marcos llega y le pone contra la mesa para empezar a pegarle, ni siquiera intento detenerle.

— Eh, eh, eh ¿Que cojones pasa? — Nos pregunta Hector cuando consigue retener a Marcos. Tengo la mirada clavada en el suelo, me da igual que Hector nos vaya a reñir. Retengo las lágrimas de nuevo, negándome a que me vean llorar.

— ¿Tu no sabrás porque te ha pegado no? ¿No tenéis nada que decir?

— Si queréis darme otro golpe, dádmelo. No me importa. Porque yo estoy en contra de la violencia y de la venganza.

𝐌𝐄𝐃𝐃𝐋𝐄 𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora