CAPITULO 44

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Zee

Max entra en mi habitación sin llamar y se deja caer en mi cama. Suspiro al poner los ojos en blanco.

-"Oye", dice, pinchando mi muslo.

-"Ey." No levanto la vista de mi computadora.  -"¿No hablamos de llamar a la puerta después de esa vez que entraste y viste a NuNew y a mí?"

-"No es como si él estuviera cerca en este momento". Eso me hace mirarlo. -"¿En serio, hombre?"

-Has estado deprimido durante una semana. ¿Por qué no has ido a hablar con él?

-"Porque él no quiere escuchar". Me paso la mano por la cara. He tenido esta misma conversación conmigo misma un millón de veces desde Atlanta, así que repetirla con Max no es una prioridad en la lista de cosas que quiero hacer ahora. -"Él dijo que quería espacio, así que estoy tratando de darle espacio".

Él mira por encima de mi computadora. -"Um, ¿qué diablos es eso?"

Empujo su hombro. -Deja de ser tan jodidamente entrometido.

-"¿Un programa de maestría? ¿Para convertirte en maestro? Me mira con la emoción ardiendo en sus ojos azules. -"Dime que no vas a hacer lo que creo que vas a hacer".

-"Si tengo que elegir, lo elegiría a él. Así que tal vez en lugar de fútbol, pueda enseñar y entrenar en algún lugar por aquí. Si él realmente quiere quedarse con el restaurante, prefiero estar allí con él que solo en otro lugar. Jugar al fútbol no vale la pena perderlo. Simplemente no lo es.

Max comienza a negar con la cabeza antes de que termine de hablar. -"No. Vamos." Cierra mi computadora y camina hacia mi armario, saca mi abrigo y me lo tira. -"Vamos."-

-"¿Ir a donde?"

-"A casa."

Me apresuro a ponerme de pie. -"No voy a hablar con papá en este momento".

-"Tal vez no, pero deberías hablar con mamá".  -"¿Qué?"

-"Vamos a hablar con mamá". Él revisa su teléfono. Si nos vamos ahora, llegaremos a tiempo para el almuerzo. Vamos. No te estás convirtiendo en un puto maestro o trabajando en un restaurante o lo que sea que crees que vas a hacer para ser feliz".

Una parte de mí, una jodida gran parte de mí, quiere resistir más, pero sé que a mamá le gusta NuNew. Quizás haya algo que ella pueda decir que me ayude a recuperarlo. Y, sinceramente, lo echo de menos. No lo he visto desde Atlanta.

-"Bien. Pero estoy haciendo esto porque ella siempre quiere que la visitemos más".

-"UH Huh. Lo que digas."

Llegamos a la casa a tiempo para el almuerzo, tal como predijo Max. En realidad, papá está fuera, un hecho que Max sabía pero no mencionó, joder, jugando un torneo de golf benéfico en Arizona, así que solo mamá está en la casa. Abre la puerta con sorpresa escrita en toda su cara, dándonos un abrazo gigantesco, y nos lleva a la cocina.

-"¿Quieren  sopa?" Ella dice. -"Se siente como un día de sopa. Shelley también hizo estos deliciosos panecillos". Ella acaricia la barba de Max, chasqueando la lengua. -"Deberías cortar esto, cariño".

-"Soy un jugador de hockey", protesta Max.-"Este es mi estado natural".

-"Al menos recórtalo".

Levanto una ceja cuando se vuelve hacia mí en busca de apoyo. "Sabes cómo me siento al respecto".

-"No eres de ninguna ayuda", se queja. "¿Qué tipo de sopa es?"

Un par de minutos más tarde, nos sentamos a la mesa con tazones de sopa de patata  y panecillos de masa fermentada. Mamá se inclina y aprieta mi antebrazo, un conjunto simpático en su boca. "¿Cómo estás? ¿Cómo está NuNew?

First Down | ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora