Capítulo 4: La Gran Revelacion Sobre La Selección...

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–Una vez que el murmullo de emoción se disipó, el presentador sonrió cordialmente y comenzó a recoger los papeles con los autógrafos de los ilustres invitados. Los sirvientes, orgullosos y satisfechos, entregaron los papeles con delicadeza.–

–La Young Lady Maid lo miró con expresión triste al momento de entregarle su hoja; Sabía que era demasiado tarde ya. Mientras tanto, otras voces competían entre si por ser escuchadas en esa multitud de gritos, risas, sollozos y ruidos, otras eran celebradas y consolados según sus logros o perdidad durante el juego recien concluido de esa noche extraña, aun sin saber los resultados del juego. A pesar de tener la sensación de haber fallado ante tantos ojos curiosos, Stella mantuvo la cabeza erguida. Le costaba creer que acababa de perder en algo tan importante y decisivo como eso...–

–Tras un breve silencio, el anfitrión rompió la tensión con una serie de comentarios humorísticos sobre las acciones de los invitados. Con su característico sentido del humor, comenzó a narrar anécdotas y chistes absurdos que, pese a su falta de sentido, arrancaron carcajadas y aplausos de la multitud. La gente se unió a la diversión, riendo y celebrando con él, y por un momento, la atmósfera se llenó de alegría y relajación.–

–No obstante, cuando comenzaron a contar los autógrafos obtenidos por cada sirviente, más de uno de los miembros del equipo directivo del Instituto se sorprendió notablemente.–

–Mientras tanto, ella trataba de entender lo que estaba pasando, tratando de leer las expresiones del anfitrión/ presentador... La menor no tenía ninguna esperanza de ganar; Era demasiado tarde para eso. Sintió que la cabeza le daba vueltas y que iba a explotar en cualquier momento.–

–Al cabo de unos casi eternos 10 minutos, el presentador regresó al escenario con una gran caja llena de sobres. Una vez más comenzó a llamar a los sirvientes por su nombre, asignándoles un puesto según sus logros en el juego. La clasificación sería del último al primero, es decir, desde el participante con menos autógrafos hasta el ganador absoluto, quien había conseguido todos los autógrafos primero y obtendría el codiciado puesto Numero 1.–

–Cada vez que el presentador mencionaba un nuevo nombre, un grupo de personas se levantaba aplaudiendo con entusiasmo, reconociendo la participación y esfuerzo de los sirvientes. El mencionado se dirigía entonces hacia atrás, sonriendo con orgullo. Cuando llegó el turno de Stella, esta se puso en pie lentamente, tratando de mantener la compostura a pesar de la emoción que la embargaba. Con paso tembloroso, se dirigió hacia el centro del escenario, donde la mirada de todos se centraba en ella. Su corazón latía con fuerza en el pecho, y su mente estaba llena de pensamientos encontrados, pero ella siguió adelante, decidida a enfrentar lo que viniera.–

–Stella cerró fuertemente los ojos, apretando sus puños con fuerza contra sus costados, tensando todo su cuerpo en anticipación. Esperaba con ansiedad que le colocaran el cartelito que revelaría su puesto en el juego, su mente llena de emociones encontradas. El silencio parecía prolongarse eternamente, y su corazón latía con fuerza en su pecho, como si estuviera a punto de explotar. Finalmente, sintió la mano del presentador en su hombro, y la suave presión del cartelito en su mano temblorosa.–

–Ya se había resignado mentalmente a ocupar el último puesto, considerando que había sido la última en subir al escenario cuando el juego llegó a su fin. Con el tiempo casi agotado, parecía inevitable que saliera perdiendo. Había preparado su mente para enfrentar la decepción, esperando lo peor. Sin embargo, aún quedaba una pequeña chispa de esperanza en su interior, una pequeña voz que le susurraba que quizás, solo quizás, las cosas no fueran tan malas como parecían.–

...

–Se sobresaltó bruscamente al escuchar el estruendo de gritos de aliento, felicitaciones y aplausos que parecían dirigirse hacia ella. Confundida, abrió rápidamente los ojos y se encontró con una escena que la dejó sin aliento. Todos estaban sonriendo y aplaudiendo, y sus miradas se centraban en ella. Luego, bajó la vista y su corazón saltó de emoción al ver la medalla del primer puesto colgando de su cuello. No podía creerlo, estaba en shock. ¿Cómo era posible? Había estado tan segura de que había perdido...–

La Esclava Del Olimpo - El Juego De CazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora