Girl for me (G!P) Chaelisa.

13. Melbourne.

Las chicas caminan en el aeropuerto Lisa la guía hacia la sala que les corresponde, mientras Rosé empuja el carrito con los niños que no paran de sonreír y Lisa va completamente cargada con las maletas y pañaleras, el corral, por lo menos la ropa de los niños cupo a la perfección en la maleta de Lisa.

-Vamos Rosie, es por aqui.-Mientras van caminando, los hermanos van robando miradas, por la ternura que causan, mientras ríen jugando con sus ositos de peluche.

-Vaya que nuestros hijos son felices.

-Claro te tienen como madre.-Dice Lisa sonando como si fuera obvio.

-¿Lisa no es ese un avión privado?

-Oh, si, si lo es.

-¿Y porque vamos en avión privado?

-Bueno técnicamente es un jet privado, y era tomarlo o ir a Los Angeles porque no había vuelos, ademas nos lo presto el dueño de un restaurante que se aferra a hacer negocios conmigo, y cuando comente que tenia que ir a conocer a mis suegros, me lo ofreció de inmediato.

-Vaya, ¿y lo tomaremos de regreso?

-Si así es.-Las chicas abordan el avión, Lisa toma a los bebes y se acomoda en el asiento, acomoda la tablet para que vean una película y al cabo de unos minutos Rosé ve la tablet caer, al levantar la mirada se encuentra la escena mas adorable, Lisa durmiendo con el par, los tres con el mentón ligeramente en alto y la boca un poco abierta, toma su celular y toma varias fotos, ya tiene protector de pantalla.
Las primeras diez horas de vuelo Rosé no pudo dormir, no dejaba de pensar nerviosa en su encuentro con su familia, los había visto dos años y medio atrás aproximadamente, cuando sus padres le dieron la espalda tratando de hacerla entrar en razón y ahora regresaba con una niña de casi dos años un pequeño de casi un año ella embarazada y su sexy esposa, quizás si fue buena persona en otra vida a pesar de lo que había sufrido se encontró con Lisa, esa amable mujer llena de felicidad y optimismo, como la sorprendía que a pesar de todo lo que había vivido aun tenia la fortaleza de compartir las cosas buenas del mundo, si de algo estaba segura era que ella seria un gran ejemplo para sus hijos, y mientras mas lo pensaba mas estaba segura que necesitaba un psicólogo para sacar tantas cosas que tenia en la cabeza, sin darse cuenta después de unas horas llena de pensamientos se queda dormida, y siente como es levantada y recostada, se sentía tan segura en esos brazos, esos que conocía a la perfección.
Sigue en su pesado sueño hasta que escucha a los bebes llorar, abre los ojos perezosamente y ve a Lisa arrullando a ambos.

-Ya tranquilos mis pequeños, tenemos que dejar a mami descansar, ya casi llegamos, Lindsey, ¿cuanto nos falta para llegar?

-Estamos a unas 8 horas de llegar.

-Oh, vaya, bien gracias.-Cuando Lisa escucha eso ella casi acompaña a sus pequeños a llorar, así que los comienza a arrullar tranquilamente.

-Dame a uno, te ayudo a dormirlos.-Dice Rosé adormilada, mientras los ve a ambos haciendo berrinche, Annie se enoja y solo Rosé la calma y tiende a rechazar a Lisa y Marco cuando se enoja se aferra a Lisa y no quiere a su madre cercas.

-Ya empezaron a hacer berrinche ustedes par de gruñones.-Les habla Lisa besando a ambos en la cabeza, mientras le entrega Annie a Rosé.

-Si, están cansados y extrañan su cama, ¿Que paso mi amor? tranquila hoy vas a dormir con mamá, ¿Cuanto nos falta?

-Aun nos faltan como seis horas.-Dice Lisa mientras casi logra dormir al pequeño en brazos, y se acomoda en el reclinable.
Rápidamente todos se quedan dormidos, hasta que los despiertan la voz del piloto.

-¡Buenas tardes pasajeros, hemos llegado a Australia!-Comienza a dar indicaciones, el clima mientras las azafatas ayudan a las chicas con el equipaje y ayudar a armar la carriola.
Lisa baja a los bebes de avión y los sube a su carrito. Mientras Rosé aun sigue dentro, pensando si deben o no i con sus padres. Lisa al no verla bajar sube de dos en dos los escalones.

-Se nota que ya no estamos en california.

-Si, te dije que se te hornearían los pies con los tenis.

-No hay problema, me quitare los tenis, ¡he escuchado rumores que aqui pueden andar descalzos en centros comerciales!-Dice emocionada, haciendo reír a Rosé mientras la peli negra se quita los tenis y ella hace lo mismo.-¿Vamos? Tranquila, estaré contigo, y cualquier cosa tomamos el avión de vuelta o puedes invitarme a conocer la ciudad, nos quedamos en un hotel, así que no te preocupes!-Dice Lisa  regalando una enorme y sincera sonrisa, tranquilizando los nervioso de la rubia que le sonríe también ahora emocionada, y le regala un dulce beso en los labios.

-¡Vamos!
Las chicas van hacia la arrendadora por el auto, una hermosa escalade negra, Rosé va manejando, mientras cantan felices y a todo pulmón "Tally"
Cuando llegan a la casa de la familia de Rosé, la rubia se estaciona, y toma aire profundo Lisa que esta descalza, al ver la casa busca sus sandalias.

-No tienes que usar calzado, ¿Vamos?-Lisa toma la mano y se acerca a besarla. Cuando Lisa ve una cabeza cabeza rubia acercarse, se aleja como gato asustado.

-Alguien igual a ti viene.-Dice nerviosa y Rosé trata de no verse igual hasta que ve a su hermana y sonríe y sale casi corriendo.

-¿Rosie, Roseanne, Rosé? ¡Eres tu, no puedo creerlo!-Dice la chica abrazándola fuerte.- Y vienes acompañada.
Lisa que esta peleando con los seguros de los niños, los termina de sacar de sus sillitas y los toma a ambos en brazos y camina hacia Rosé.

-¡Te he extrañado tanto Alice!

-Rosie, ¿es tu familia?-Pregunta Alice mientras Rosé asiente tímidamente.-¿Puedo?-Alice se acerca extendiendo sus brazos hacia los pequeños con unas lagrimas en los ojos y la primera en extender sus brazos es Annie mientras Marco la ve, analizando si se quiere ir o no, y Alice ríe ante la actitud del bebe.-Mucho gusto, Alice Park-Saluda a Lisa.

-¡El gusto es mio, Lalisa Manobal, pero me puedes decir Lisa!-Habla Lisa con una hermosa sonrisa, mientras Rosé se acerca a ellos.

-¿Son tus hijos?-Rosé asiente.

-Ella es Annie, y el es Marco, y mi esposa Lisa.

-Son tan hermosos, vaya parecen gemelos y se parecen mas a Lisa.-Ambas ríen ante el comentario.-¿Que? ¿Dije algo gracioso?

-No, nada. ¿Están mis papás?

-Si, ambos, se volverán locos cuando te vean, vengan.