El enfrentamiento contra Paola había provocado un caos multiversal, donde una nueva realidad nace tras las consecuencias provocadas por Paola. en una realidad donde la abuela de ambos hermanos odiados desde el nacimiento fallece, Vicente regresa par...
Era un nuevo día en el café, la puerta de abrió para así revelar a Riho que regreso.
- ¡Ya volví! - Riho puso una sonrisa anunciando su regreso pero extrañadamente no había nadie en el lugar. - ¿Como? No hay nadie. - Riho se extraño de que no había nadie, ni Vicente o las demás. - ¿Donde están...? - Riho se extraño en donde estaban los demás hasta que.
- Bueno es la primera vez que lo hago, así que bueno enseñame. - La chica escuchó una voz masculina para tratarse de la voz de Vicente.
- No te preocupes. - Se escuchó la voz de Shiragiku, lo cual Riho volteó hacia la puerta de que esos dos están haciendo algo.
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- «¿Vicente-kun y Kiku-chan?» - Se dijo Riho en su mente de que las voces detrás de la puerta eran las de Vicente y Shiragiku.
- Te enseñaré como hacerlo. - Se escuchó la voz de Shiragiku.
- bien. Muchas gracias.
- Ahora lo metes dentro con cuidado...
La pobre Riho estaba escuchando la conversación de que Vicente y Shiragiku estaban haciendo el "aquello", lo que hizo que ella abra los ojos.
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- ¿Eh?
Escena imaginada...
- Es demasiado grande, Vicente-kun.. - Shiragiku estaba encima del mencionado estando ella desnuda al igual que el chico, al sentir su enorme paquete.
- ¿De verdad? ¿No es lo normal?
- No, es muy grande.
Fin de la escena..
Los ojos de Riho estaban a más no poder creerlo.
- Así no va a entrar bien. - Se escuchó la voz de Shiragiku para así los ojos de Riho se volvieron serios, para así ella abrir la puerta bruscamente.
- ¡Oigan, ¿Quién está metiendo que cosa?! - Exclamó Riho en detener a los dos de hacer el acto prohibido, pero para su sorpresa.... Solo se veía que estaban haciendo un sándwich..
- Justo lo que pensaba...
- ¡Hacían un sándwich de tostadas! - Riho se quedó incredula de que todo fue solo por un maldito sándwich. - Y Vicente-kun cortó el tomate demasiado grande, ¿Verdad? ¡Ya decía yo! - Al ver de qué malinterpreto la cosa, Riho se dio la vuelta para cruzarse de brazos.
