Vento Imperiale, Gold and Purple

Conoce a la pandilla, Parte 1

Capítulo 4: Conoce a la pandilla, Parte 1

Bruno Bucciarati se dio cuenta de que la chica sentada frente a él estaba increíblemente frustrada por las circunstancias recientes.

Sakura Kujo era... interesante. Fue el mejor adjetivo que se le ocurrió en lugar de misterioso y extraño. Algo en ella simplemente lo inquietaba, y el hecho de que ella estuviera molesta con él por impedirle unirse a Giorno en su juicio para unirse a Passione lo dejó incluso perplejo. ¿Cómo podía una chica de su edad ser capaz de causarle tanto temor? Claro, ella era una luchadora capaz gracias a su Stand, pero algo más la hacía tener una conversación difícil... y una espectadora en general. Ella no destacaba, lo que la hacía aparentemente inofensiva para cualquiera que no estuviera sujeto a su atención, y definitivamente no emitía ese tipo de presión hasta que la convencía una situación de este tipo. Pero ella no tenía mucho que decir o hacer: sólo los reclutas de Passione podían ir a ver a Polpo. Giorno se uniría a la pandilla, y como Sakura no, No se le permitió que le hicieran ninguna prueba, ni siquiera ayudar a Giorno. Fue uno de los aspectos más duros del reclutamiento, pero también el elemento que permitió al grupo evitar que se unieran miembros de mala calidad. Necesitaban calidad, no cantidad. No cuando Stands compensa fácilmente la falta de números.

"¿Entiende que reflexionar sobre la situación no cambiará cómo están las cosas, signorina?"

Al principio no hubo respuesta, o al menos no más allá de una rápida mirada de ella. Ella realmente ya era una persona divertida.

"No espero que eso suceda", argumentó la chica de cabello ciruela. "Sólo estoy... frustrado por el hecho de estar atrapado contigo".

Qué grosero. No lo dijo, pero definitivamente sintió la necesidad de dejar ese punto claro. Para ser justos, el pequeño quiosco que habían elegido para esperar ociosamente era particularmente pintoresco. Había elegido el lugar por casualidad y no por un interés absoluto en él. Después de la batalla que había vivido, sólo quería descansar un poco y beber algo antes de volver al trabajo. Y sólo podía "alegrarse" ya que se suponía que debía "cuidar" a Sakura por el momento. No había razón para dudar de su madurez a veces, pero ser una adolescente de mal humor la hacía comportarse bastante... inquietantemente molesta. Ella no hizo ningún esfuerzo por molestarlo, pero él podía decir que las cosas sólo iban a empeorar hasta que Giorno terminara la prueba. Quince minutos antes, terminó de beber su espresso. suspirando decepcionado por la falta de sabor de la bebida hecha a máquina. Levantándose, asintió rápidamente a la chica y ella asintió en silencio antes de sentarse y seguirlo lejos del lugar.

"¿A dónde vamos?"

Bruno tarareó. "Tengo que recuperar a un par de pandilleros. Generalmente están afuera haciendo sus propios negocios cuando no hay una misión que cumplir como equipo. Pero ahora mismo, creo que querrían que los llamemos para que podamos preparar una reunión adecuada y darle la bienvenida a nuestro nuevo miembro."

"¿Y puedo unirme?"

"¿Cuáles son las otras opciones?" Él respondió, algo que Sakura recibió con el ceño fruncido.

"Tal vez sólo dime dónde Giorno-"

"No. Creo que ya hablamos de eso", respondió Bucciarati con calma, pero conteniendo cierta irritación ante el resurgimiento de este tema. "Es por eso que ahora estamos pasando por este problema para que ya no puedas quejarte de ello".

Sakura se burló. "No me quejo."

"Por cierto, ¿qué tal si me cuentas más sobre ti?" Bruno rápidamente cambió de tema, sabiendo que era mejor no permitir que la niña se volviera más activa en su comportamiento. "Giorno me contó su historia, pero tú permaneciste callada sobre ti misma. ¿Cómo terminaste aquí en Italia, Sakura Kujo?"