Los dos jóvenes platicaban y reían en aquel restaurante, Aurora no dejaba de sonreír pues el ramo tan grande de tulipanes le había hecho feliz a la castaña, nunca pensó que Alexis llegaría a ser tan detallista, pero con ese acto solo le dieron ganas de conocerlo aún más.
-Aurora, hemos hablado de mi toda la noche, cuéntame algo tuyo, no sé nada de ti- los ojos cafés de la chica de clavaron en el, sonrió, bebió un poco de esa ginebra rosada dejando un poco del líquido en esos labios pomposos que tanto quería besar el pelinegro
-Bueno, la verdad es que no soy muy interesante, ni yo, ni mi vida, solo lo que ya sabes- se acomodo en la silla, puso sus manos en la mesa admirado al chico- realmente soy mucho más tranquila de lo que muestro, además soy cien por ciento dedicada a mis estudios, papá nos exige excelencia a mi y a Clay
-Lo note, eres la mejor de la clase, aunque no me sorprende, das esa impresión de querer ser la mejor en todo- tomo su mano y plasmó un casto beso en su dorso
-Gracias, de verdad es un halago y mucho más viniendo de ti
-Voy a ser directo, Aurora, quiero conocerte. Déjame conocerte, lo hago con intenciones románticas pero creeme que lo que menos quiero es hacerte daño -tomo la mano de la castaña y empezó a acariciarla- si después de esto decides que solo quedemos como amigos, lo respetare, pero dame una oportunidad no te vas a arrepentir
Aurora estaba encantada, ningún chico o chica había hecho latir su corazón como Alex lo estaba haciendo, sentía un frenesí en su interior, adrenalina por sus venas y mariposas en el estómago.
-Claro que acepto, para mí es mucho mejor que nos conozcamos poco a poco, así llevamos todo lento y de la mejor manera. Gracias por la cena de hoy y por los tulipanes, son hermosos y mi flor favorita -sintio la gran mano del chico subir hasta su mejilla, tenía la piel suave, estaba encantada con el, sobre todo por el hecho de que la trataba como princesa.
-No debes de agradecer, es lo mínimo que podria hacer, te mereces todo, Reina.
Dieron las 12 de media noche y la castaña ya estaba entrando a casa, puntual como siempre. Se percató de que todo estaba solo a excepción del comedor principal, se asomo un poco y vio la figura de su padre tomando una copa de vino con Clay, Nick y la familia del mencionado.
-Layan, llegaste ¿No le darás un abrazo a tu padre? -El señor de aproximadamente 40 años se levantó, se acercó a ella y la abrazo, como si hubiera visto a su padre en años, lo cual no era mentira pero tampoco realidad, solo llevaba 6 meses sin verlo.
-¿Cuando llegaste? Pensé que estarías otros tres meses en Londres- estaba pálida, sobre todo porque hace tiempo alguien no la llamaba por su segundo nombre
-No, quise venir con mis hijos, ven siéntate, los padres de Nicholas vinieron -Dejo su abrió en el respaldo de la mesa y se sentó al lado del mencionado, no tardó mucho para que una copa completamente limpia estuviera frente a ella.
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Cigarettes - Quackity
Teen Fiction-19 años, la famosa etapa de oro y donde todos te presionan por saber a que dedicaras tu vida, aquella edad donde descubres que es lo que te gusta en verdad y donde conoces al famoso "Amor juvenil". Pero no contaban con que era un lugar lleno de jer...