El día en que regresaba a Hogwarts, Harry era el primero despierto en casa. No había podido dormir pensando en qué hacer con respecto a Draco.
Cuando Remus lo encontró comiendo un trozo de pan olvidado de hace unos días en la cocina, descalzo y con las luces todavía apagadas, se alarmó y quiso saber si le pasaba algo.
Harry se demoró algunos segundos balbuceando antes de que la voz se le quebrara y los ojos se le llenaran de lágrimas.
Para cuando Sirius llegó a la cocina mascullando algo sobre Remus, el otro mago lo mandó a callar y apuntó al chico que tenía entre los brazos. En menos de media hora, Remus lo había envuelto con una manta, lo sentó, le trajo zapatos, hizo una excepción a sus reglas para darle un trozo de chocolate a esa hora y Harry se había tranquilizado, aunque todavía lucía un poco decaído.
Sirius hizo una larga pausa al notarlo.
—¿A quién le pegamos?
Remus se palmeó la frente, pero Harry soltó una risita y sacudió la cabeza.
Desayunaron juntos, Remus comprobó que Harry tuviese todo listo y partieron hacia la estación.
Remus y él hablaron sobre la situación con Draco y el mago adulto, como de costumbre, fue la voz de la razón para el adolescente.
—Hay muchas razones por las que pudo haber estado más ausente que en años anteriores y por las que pudo sólo mandarte una nota cuando tú le escribiste —le explicó a Harry con calma—. Y la mayoría de esas razones no tienen nada que ver contigo. ¿Y si le preguntas en lugar de comerte la cabeza montándote escenarios de todo tipo? Normalmente la mejor forma de saber qué pasa con alguien es preguntarle.
Harry le haría caso al consejo de Remus.
Sirius se despidió de ambos en la estación. Los visitaba cada semana y a veces entre días de clases con permiso del director, pero aun así, montó un numerito convertido en perro y aullando mientras se iban como si Harry y Remus lo hubiesen abandonado para siempre en una carretera lluviosa.
Harry estaba tan divertido como avergonzado y Remus sólo fingía que no conocía al animago que estaba haciendo eso.
Harry divisó a Lucius y Narcissa Malfoy en la distancia y les saludó desde el tren. Draco ya no estaba ahí. Decidió buscarlo.
Remus se quedaba en el compartimiento de profesores, y cuando Harry estaba más pequeño, era bastante común que se acercara a esa parte del tren para saludar, hablar con él o porque se le había acabado el dinero para las golosinas. En esa ocasión, le dijo a Remus que lo vería al llegar a Hogwarts y empezó a moverse por el tren.
Saludó a sus amigues en el trayecto, recibió empujones de otres estudiantes, también puede que le hubiese dado un empujón a alguien.
Cuando al fin divisó a Draco, notó que estaba hablando con Pansy y la inseguridad lo invadió, pero Harry respiró profundo, se le acercó y tocó su hombro.
Draco se vio sorprendido durante unos segundos. Pansy había reaccionado con extrañeza para preguntarle qué quería, pero Harry no le respondió: tenía los ojos fijos en Draco.
Cuando el Slytherin reaccionó, sacudió la cabeza y le dijo a Pansy que los dejase a solas, que él se "ocupaba".
Una muy desconcertada Pansy se alejó.
Draco cabeceó hacia un compartimiento vacío y los dos entraron en este. Harry lo vio sentarse, cerró la cortina y se dio cuenta de que estaba mucho más nervioso de lo que quería admitir.
Ya había empezado a cambiar su peso de un pie al otro y jugar con su cabello cuando Draco exhaló y le pidió que se acercara.
Harry lo hizo y él le tendió una pequeña caja.
—No estuve muy pendiente de ti durante estas vacaciones y te hice ir a mi casa muy tarde, así que...pensé que te merecías algo.
—Ah, fui recompensado como un perro —murmuró Harry con una sonrisita, la diversión se colaba en su voz.
—Exacto —Draco le siguió la broma, dándole una palmadita en la cabeza.
Harry abrió la caja y encontró dentro una snitch de colección. La base sobre la que fue colocada indicaba que fue el primer Mundial de Quidditch en que participó Inglaterra. Más que eso, fue un partido Inglaterra-Francia en que ganó el primero, y como la familia de Sirius provenía de Francia y él odiaba todo sobre esa gente excepto a su hermano menor, le inculcó a Harry que en el Quidditch siempre había que ir contra Francia.
Sabía que se lo había contado a Draco en alguna ocasión, pero no esperaba que recordase ese detalle.
Harry se lo agradeció, cerró la caja y se sentó a su lado.
—¿Así que estuviste muy ocupado? ¿Es todo?
Draco asintió.
—Como las casamenteras estaban muy enojadas, intentaron hacer quedar a mi madre como una maleducada frente a otras familias sangrepuras, así que estuvo gran parte del verano organizando reuniones y asegurándose de que eso no afectara su círculo ni los lazos de la familia con otras familias, fue...agotador. Y no podía dejarla sola en eso.
—Ah, como no me dijiste nada...
—Sí, el tiempo se me pasó demasiado rápido, no me di cuenta.
Draco sonaba sincero y Harry comenzó a preguntarse si se había preocupado por nada.
—Es que...hm...
El Slytherin entrechocó sus rodillas para llamarle la atención.
—Habla.
Harry suspiró.
—Bueno, creo que estamos un poco mayores para andar fingiendo en Hogwarts, ¿no? Digo, podemos...ya sabes. Podemos ser amigos porque...porque somos amigos, ¿no?
—Claro —La respuesta de Draco fue automática—. Después de enfrentar a las brujas esas, creo que me importa poco montar otro escándalo.
Harry comenzó a sonreír. Su pecho estaba lleno de una sensación de calidez y necesitaba contenerse un poco para no hacer alguna tontería.
—Yo...
Draco arqueó las cejas hacia él. Ya el tren se había puesto en marcha, les estudiantes se encontraban en sus compartimientos. Parecía que nadie los interrumpiría allí.
—Yo...
A) Preguntarle a Draco si quiere pasar el resto del viaje en el compartimiento con él.
B) Confesarle a Draco sus sentimientos.
C) Despedirse de Draco para que ambos regresen a sus compartimientos.
VAMOS BIEEEEEEEN *inserten audio de "vamos, mis amores, vamos, mis amores"*
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Hopeless
Fanfiction(Historia interactiva) Harry no sabe si tiene alguna esperanza con Draco Malfoy. Fanfiction del universo de Harry Potter. Drarry/Harco AU. El universo de Harry Potter sigue siendo propiedad de la Innombrable.