Un Draco de veinticinco años se sentó de mala gana en el gran sillón de cuero. A pesar de que lo hacía de esa manera, se aseguró de adoptar la postura más elegante y educada de su repertorio, porque si iba a despreciar a tres señoras sangrepuras insoportables, pensaba hacerlo sin perder la gracia.
Después de todo, a su prometido le encantaba que él fuese de este modo.
Las tres sangrepuras continuaron parloteando sobre la edad de Draco y que en el siglo XIX ya hubiese estado casado con una buena bruja o al menos en algún tipo de "sociedad" con un mago decente, "si es que era de esos".
Su madre no había sido capaz de alejar a las casamenteras esta vez y venían con una propuesta de matrimonio de otra familia sangrepura.
Draco no estaba escuchando en realidad. Revisó su reloj de bolsillo, un artículo precioso de la rama de la familia Black a la que pertenecía Sirius y que Harry había heredado y le regaló en su segundo aniversario. Tenía la fecha de cuando comenzaron a salir grabada en la parte de adentro de la tapa y las casamenteras no notaron nada porque técnicamente el reloj continuaba en manos de un Black.
Cuando la puerta se abrió, a Draco se le iluminó el rostro y mostró una sonrisita juguetona que no dejaba de ser parte de su acto de elegancia sangrepura. Harry se estaba disculpando por su demora de diez minutos y las tres casamenteras se giraron con lentitud, sus bocas abiertas y las palabras que soltaban momentos atrás olvidadas.
—Señor Malfoy —dijo una, muy despacio—, caímos la primera vez en su acto de estar con el señor Potter, no vamos a caer de nuevo. Esta vez...
Draco se levantó en cuanto Harry caminó hacia él y lo recibió con un beso en los labios. Harry sonrió contra su boca y lo envolvó con un brazo de una manera que, para Draco, era tan Harry. Le encantaba tenerlo rodeado así.
La casamentera que estaba hablando empezó a boquear y las otras dos continuaban con la boca abierta de una manera que sería considerada muy poco digna dentro de sus estándares.
Draco volvió a sentarse y Harry tomó asiento a su lado. Entrelazaron sus dedos en el espacio entre ambos y Draco se aseguró de que el anillo en su dedo anular fuese visible para las tres brujas. Eso, dentro de las normas sangrepuras, era como una bofetada educada seguido por un "ya cállate".
—Draco me estuvo contando que muchas bodas de sangrepuras son organizadas por ustedes —Harry puso esa sonrisa que Sirius le enseñó y parecía decir "causo problemas pero no puedes enojarte por eso"— y que por su estatus de sangrepura, eso incluiría la nuestra. Yo estoy encantado de recibir ayuda. ¿Comenzamos?
La mejor parte de la tarde fue que el reglamento de las casamenteras establecía que sí debían ayudarlo con la organización de la boda y Draco pudo disfrutar de sus expresiones de aturdimiento y disgusto mientras Harry hablaba emocionado sobre manteles y jugueteaba con los dedos de su novio cada pocos segundos.
Aquí terminamos oficialmente, flancitos. Sí pienso algún día escribir la idea de Merodeadores y Sev como amigos porque eso fue demasiado espectacular para la Innombrable que siempre le teme al éxito, pero por ahora, aquí nos quedamos y obtuvieron un final feliz.
Gracias por participar /corazón, corazón.
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Hopeless
Fanfiction(Historia interactiva) Harry no sabe si tiene alguna esperanza con Draco Malfoy. Fanfiction del universo de Harry Potter. Drarry/Harco AU. El universo de Harry Potter sigue siendo propiedad de la Innombrable.