« PRÓLOGO »

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« El amor y el cariño que sintió esa vez se esfumaron convirtiéndose en tristeza. Su tristeza se transformó en ira y su enojo se volvió odio, borrando aquella dulce sonrisa de su rostro y cambiando a una sonrisa amargada proyectando únicamente tristeza y repudió hacia los demás »

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Una chica de unos 19 años se encontraba en el examen para caballeros mágicos; sin embargo, este todavía no había empezado

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Una chica de unos 19 años se encontraba en el examen para caballeros mágicos; sin embargo, este todavía no había empezado. La cara amarga de la chica demostraba su total disgusto al tener que esperar que los capitanes de las órdenes ingresaran al lugar. Una mirada pesada en su nuca la hizo voltear, pero no encontró a nadie a su alrededor, bueno, a nadie que la estuviera mirando. Así que dejó de prestarle atención a eso y siguió analizando a los participantes del examen para caballero mágico.

—Esto se está poniendo cada vez más interesante, aunque desconfío un poco de los habitantes de este reino, a decir verdad —pensó para sí misma.

«Ah, es cierto, se me olvidó contarles, esta señorita proviene del Reino del Corazón. Digamos que el ambiente en su tierra natal le fastidiaba un "poco". Todo parece ser color rosa allá, pero lamentablemente no es así. Pero bueno, más tarde les contaré otros datos», narró una voz interna que parecía estar compartiendo su historia con un público invisible.

Dejando de lado eso, de un momento a otro, se escucharon los gritos de adolescentes hormonales, y bueno, eso solo significaba una cosa: los capitanes de las órdenes ya habían llegado. Rápidamente, la chica volteó a ver hacia arriba, hacia el balcón del lugar, encontrándose con aquellas caras tan famosas —bueno, solamente algunas— del Reino del Trébol.

La capucha que llevaba puesta casi se cae debido al viento que azotaba, pero por suerte, logró asegurarla con sus dos manos.

—No quiero que estos idiotas observen mi rostro, no lo merecen —pensó con una mezcla de desdén y precaución.

Una voz la sacó de sus pensamientos, la voz de uno de los capitanes, específicamente del Amanecer Dorado, quien dio un discurso "motivador" para después comenzar con las pruebas básicas. La joven realizó las distintas pruebas sin sudar, mientras tanto, se dispuso a observar a un chico de cabellos plateados, quien, al parecer, no tenía ni una pizca de magia. Pero al llegar a la última prueba, que consistía en un combate «amistoso» según el capitán de los Leones Carmesí, en verdad aquel chico la sorprendió, llegándole a aplaudir y ganándose la atención de las personas que la rodeaban. Después de efectuar aquella acción, una chica se le acercó y le habló de manera arrogante:

—¡Plebeya! Ten un combate conmigo, pero primero muestra tu rostro de perdedora.

—¿Disculpa? —El lugar, de un momento a otro, se encontró en silencio total con tan solo oír la voz grave y seductora de la chica a los oídos tanto de hombres como de mujeres.

« LITTLE BULL » [ YAMI SUKEHIRO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora