Esta es una vida de ensueño me alegro de morir. Suena extraño, pero así es, en mi vida pasada ya no me quedaba nada. Solo vivía por vivir es más... ¿Cómo morí? Creo que morí por un avión. Bueno... no importa.
Normalmente soy yo el que recoge la leña por la mañana, sin embargo, estos días he estado distraído por obvias razones. No me molesta tener una vida consumido en la lujuria, pero tengo otros deberes que hacer.
Pero mi plan es recolectar la suficiente leña para no tener que recogerla por una semana y así poder divertirme más.
Últimamente no me preocupo por la caza, antes era complicado puesto que no es fácil encontrar a los animales y cuando los encuentro es difícil darles un golpe limpio. La mejor forma es usar un arco, pero ni yo ni Erika manejamos el arco, por lo que antes sufríamos un poco, pero ahora con Clatania es mucho más fácil.
A veces pasamos delante de los guardias, pero no dicen nada, y nosotros tampoco.
A veces me paro a admirar a los arboles enormes que cubren toda la zona, los elfos lo llaman los arboles sagrados. Llevan miles de años y no se ha deteriorado en absoluto.
Hablando de años una vez le pregunte a Clatania.
– ¿Cuántos años tienes Clatania?
– Cariño... ¿no te han dicho que preguntar la edad a una dama está prohibido?
– Disculpa...
– Jaja, es lindo verte así. No deberías disculparte por hacer una pregunta, deberías tener más determinación cuando hablas.
– Ya veo... entonces dime tu edad.
– Jaja, así esta mejor, pero tampoco te vuelvas un patán.
– Disculpa...
– ¡Ya te dije que no te disculpes!
– Disculpa... – Clatania se veía un poco fastidiada, aunque al ver mi sonrisa se dio cuenta que cayó en mi trampa.
– Te ves linda cuando te enojas – Clatania me da un puchero – Pero entiendo lo que dices, entonces actuare un poco más audaz. Así que comenzando... dame un beso.
– Cariño... seria mejor que tu mismo me lo des sin decírmelo.
– Lo se... pero no quiero pararme – Clatania me da otro puchero, pero se para de su asiento y me lo da – Ahora siéntate en mi regazo –.
– No debí decirte nada – Clatania me hace caso.
– Muy tarde, ahora... ¿Me dirás tu edad?
– Jaja, así esta mucho mejor verás... los elfos son una raza longeva. Hasta los 10 años nos desarrollamos rápidamente de ahí seguimos creciendo, pero de forma muy lenta hasta los 300 años y envejecemos de manera rápida hasta la muerte, es casi imposible pasar de los 310 años, pero he escuchado que hay gente que llego hasta los 312 años. Así que podría decir que tengo entre 10 a 300 años – Me dio una mirada coqueta – Seria muy extraño que tenga menos de 15.
– Jaja, bueno no importa... así tengas 300 años no importa, igual te amo.
– Yo también te amo cariño, aunque no lo creas... en realidad tengo tu misma edad ósea 17 años – ¿Le dije alguna vez mi edad? Supongo que Sara o Erika se lo dijeron.
Aunque pensándolo mejor, seria mejor que tuviese más años después de todo... la vida humana no pasa de los 100 años así que cuando muera ella tendrá como 200 años viviendo sin mí. Clatania al parecer leyó mis pensamientos.
– Por eso las elfas no consiguen un esposo humano, de hecho... aquellas que lo consiguen se consideran estúpidas. Pero eso no me importa, seré una feliz estúpida. Espero conseguir muy buenos recuerdos contigo cariño y cuando llegue el momento recordare estos momentos y prometo no conseguir otro esposo – Es un hecho triste pero así es. Me alegre que diga que no conseguirá otro esposo, pero eso son solo mis deseos egoístas.
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Tengo que conseguir varias esposas para derrotar al rey demonio
Ficção CientíficaEl poder de Alexis es que por cada esposa que tiene, su poder aumenta 2 rangos. Tiene que conseguir las suficientes para así poder derrotar al rey demonio sin embargo, hay un problema por lo que le hará dificultar este proceso, el problema es que en...