CAPITULO 68: BELLA DURMIENTE

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Luego de que se fueron me fui inmediatamente a la habitación donde estaba Idril. Así que en todo este momento estuvo consciente, me acerque un poco mientras acariciaba su cabello.

Asia abrió la puerta y se dirigió a mi para decirme.

– Alex, creo que necesitas un momento a solas. No te preocupes por las gemelas, hare lo que este a mi alcance para que no te molesten.

Su compañía no era una molestia, pero es cierto que quiero ahora un poco de momentos a sola.

– Gracias.

Asia se retiro y me dejo solo en la habitación.

Luego de eso me acerque al oído de Idril para susurrarle "ahora que estamos solos, no me contendré y no podrás hacer nada" obviamente no hubo reacciona alguna de su parte. Quería molestarla un poco así que le dije eso, obviamente no haría nada.

Simplemente me recosté en ella y la puse en una posición para dormir abrazándola, en posición de cucharita claramente. He de admitir que me es complicado contenerme, hacia mucho tiempo que no estaba con ninguna de mis esposas. Y hablando de ellas... ¿Cómo estarán?

Podría sonar inconsciente, pero ahora recién pensaba en ellas. Claramente he sido egoísta por solo tener mi cabeza en Idril en estos últimos momentos. Pero estoy seguro que Erika esta con Clatania y ellas se pueden cuidar fácilmente. El problema es Sara, y cada vez que pienso en eso me desespero. Pero para rescatarla necesito a todas juntas e Idril es una pieza faltante.

Fue difícil tomar la decisión, pero incluso si me apresurase a ir por Sara estando en esta situación con Idril. Claramente las probabilidades de ganar se reducirían drásticamente. Incluso Teniendo Idril las probabilidades son muy bajas. Ahora mismo mi esperanza son Asia y las gemelas. Con las gemelas es un caso ganado, pero respecto a Asia... Siento que se ha vuelto menos apegada a mí, a pesar de decir que se esforzaría.

Bueno eso no importa ahora. Si todo va bien Idril despertara mañana y tendré que regresar al reino de Albion y acabar con ese héroe. Solo pensarlo me duele la cabeza, pero no hay de otra, mi vida sin alguna de mis esposas no es vida. Arriesgare mi vida por ellas, no importa que pase.

Mis pensamientos hicieron que abrace un poco mas fuerte a Idril por lo que deje de hacerlo.

– Así que en todo este tiempo haz estado consciente, lamento ilusionarte, pero no te haré nada. Al menos ahora.

– Sin embargo... debo darte las gracias por hacer esto por mí. Créeme que este es el mayor acto de amor que he recibido. Juro que no importa que, siempre estaré a tu lado y no dejare que nada te pase.

– No veo el momento de que despiertes y me des una sonrisa sincera y un grato beso. Ya que solo una vez lo hemos hecho.

Luego de eso me quede dormido de nuevo. A pesar de que dormí hace poco, igual me siento cansado por lo que paso mucho tiempo antes de quedarme dormido.

Amaneció y obviamente seguía con Idril en la misma posición. Tenia que levantarme por lo que antes de irme, acomode a Idril. Siempre me preocupaba que esté bien posicionada, pero ahora tenía mucho más cuidado.

Verla echada, indefensa en una habitación donde no hay nadie mas que nosotros dos, claramente era difícil contenerme, pero soy un ser racional. Pasaba mi mano por su cabello y luego bajo a su mejilla para detenerme en sus labios. Supongo que no hay problema si le doy un pequeño beso, estoy seguro que incluso ella quiere. Así que me incline y le dice un suave beso, luego de eso me retire para preparar el desayuno.

No vi a las chicas en ningún lado, supongo que están en alguna habitación de por acá.

Cuando termine las llamé, al instante vinieron a ver lo que prepare. Aunque pude ver a Asia ciertamente cansada.

Tengo que conseguir varias esposas para derrotar al rey demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora