Mi Aroma Favorito [Omegaverse]

Parte 7

25/04/2023

―Bitácora del Encierro, segundo día. Faltan cinco más para que su celo termine. ―le habló a la pantalla de su celular ya cargado.

Se grababa dando todos los detalles en informes sobre lo que viviría esta semana, sería algo interesante y nuevo lo que iba a experimentar.

Miró a su alrededor y el cielo aún estaba vestido de un azul negro, era de madrugada; la hora: 4:49 a.m.
No había conseguido dormir.

―Afortunadamente, él sigue dormido. Según Sunoo, despertará a las 6 de la mañana con jadeos de dolor y, luego de siete minutos, empezará a quejarse. ―pasó su mano por su rostro y bostezó, se acomodó en el sillón y se estiró.

Colocó una de sus manos detrás de su cabeza y miró al techo, mientras que la otra mano sostenía su teléfono. Él estaba pensando en muchas cosas y eso lo agotaba más, pasó su mano por su rostro y soltó un gruñido de dolor al llegar a su nariz, retiró el gancho rápidamente y tocó delicadamente su nariz, retirando sus dedos al instante al dolerle demasiado.

Bufó y se levantó rápidamente para dirigirse a la cocina y echarse agua del caño a su nariz.

―Estaba un día entero con el gancho y me duele demasiado, pero esto lo hago por él; soy un completo desconocido en su vida y no quiero que se asuste conmigo. ―le "explicó" a la cámara.

Dejó su teléfono apoyado en el salpicadero de la cocina y siguió enfocándolo mientras él iba a mojarse la nariz con agua fría y con hielo. Miró a la cámara y sonrió.

¿Qué clase de persona grababa un video-blog sobre el cuidado de un omega? Pues... él es esa clase de persona. No entendía el motivo por la cual lo hacía, pero sentía que, en un futuro, si alguien estaría pasando por la misma situación que él, sabía que este video iba a ayudarle.

Volvió a repetir ese proceso con su nariz un par de veces porque le dolía demasiado, mientras se sostenía de la encimera; cuando terminó esa sucesión, tomó el teléfono con una mano y se fue a la sala para tratar de conciliar el sueño y poder dormir un poco, revisó la hora y se quedó pensando un buen rato.

Sólo había ido a echarse agua a la nariz, ¿cómo pasaban 15 minutos velozmente? Era cierto lo que decían: el tiempo pasa volando. Pero... saquemos cuentas, desde la sala hasta la cocina, el tiempo de recorrido tenía una duración de 15 segundos ―con luz, obviamente―, pero ahora como era de madrugada y tenía pereza de prender la luz... el tiempo se aplazaría a 20 segundos más, por lo que sería 35 segundos.

Ahora, desde la puerta de la cocina hasta el lavabo, el tiempo era muy corto, pues sólo se empleaban 3 segundos en ir hasta allá, pero no olvidemos que todo estaba a oscuras y al alfa le dio flojera prender la luz, por lo que esos segundos se alargaron hasta 95 segundos. ¿Por qué? Porque fue sosteniéndose de todo lo que tocaba y avanzaba a un paso lento, mientras se golpeaba con los estantes y se quejaba de dolor mordiéndose la mano para no emitir quejido alguno. Posdata: NamJoon era muy torpe.