Chispa suprema.

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[Zibrock Asaron]

La verdad no esperaba que Asgard se presentara tan rápido, pues según tenía entendido, Asgard, aunque se jactaba de gobernar sobre los nueve reinos, en realidad no le importaba un carajo, lo que se evidenció aún más en Thor; un mundo oscuro cuando todos los reinos bajo el poder de Asgard se rebelaron al descubrir que Asgard había perdido su vía de transporte más importante.

Sin embargo, ahora en la pantalla frente a mí se mostraban siete Asgardianos, con carta de presentación gracias al rayo de arcoíris que los había dejado en mi reino, ¿que querían? ni idea.

Pero por sus armas, y ver que no traían consigo ningún integrante que pareciera un diplomático o algo por el estilo, quedó en evidencia que lo que buscaban era pelea, y uno sobre todos, yo se las daría si se atrevieran a probarme.

“Su majestad, el puesto de avanzada más cercano ha enviado tropas, estarán en el lugar en ocho minutos, ¿aprueba ayuda aérea?” Maria me informó, mientras estaba atenta a las cámaras de seguridad y satelitales los cuales vigilaban a los intrusos.

“No, la respuesta terrestre será suficiente, que preparen al inquisidor, iremos al sector siete” le respondí, mientras me levantaba de mi asiento.

Mientras me movía por los grandes y lujosos pasillos del palacio, seguía pensando en lo loco que estaba este universo, digo, ¿por qué no llegué a un universo normal, donde mi preocupación sería sólo construir un nuevo Cybertron, pero no, ahora tenía que volverme más fuerte, más rápido, más poderoso, y todo para poder luchar y proteger lo que es mio y lo que quería contra todo tipo de locos que empezarían a salir de ahora en adelante, porque los Asgardianos no serían los últimos en llegar.

“María, haz que todo el personal del sector siete esté preparado para iniciar el plan renacentista, y activa el código aedes” al fin, habíamos llegado a una de las zonas de aterrizaje del palacio, donde ya me esperaba mi avión, el inquisidor, una nave de treinta metros de eslora, equipada con poder suficiente como para barrer toda australia tres veces.

“¿Está seguro, Su majestad? Aún no han terminado su entrenamiento, les falta al menos cinco años para culminar.

“Eso lo sé, sin embargo, ahora las cosas son distintas, una fuerza alienígena nos invade, para esto fue que entrenaron toda su vida, una vez que su gran desempeño se muestre contra los Asgardianos, serán anexadas inmediatamente a la guardia real.

María solo pudo asentir mientras se comunicaba con la central de inteligencia para que comenzara el código sedes.

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Al mismo tiempo, en el cuartel general aedes, un enorme complejo militar enfocado únicamente en el entrenamiento y capacitación de las amazonas, estaba lleno de movimiento.

Los aspirantes a amazonas, mujeres que habían comenzado su entrenamiento desde los cinco años, entrenadas en uso de armas pesadas, armas frías, manejo de vehículos, computación, espionaje, infiltración, asesinato.

Las armas de guerra perfectas en muchos sentidos, mujeres que no podrían tener lazos familiares, ni hijos, al menos hasta que terminara su servicio en la guardia real, servicio que duraría cuarenta años luego de los treinta que duraría su capacitación.

Mujeres que serían puestas bajo un proceso biónico completo, hasta el punto de cambiar toda su estructura ósea por metal Cybertroniano, obtenido de la mina en el Perú.

Ahora, dichas mujeres, el epítome de la fortaleza humana, estaban colocándose sus armaduras, metiendo sus afiladas y mortales espadas en sus vainas, y preparándose psicológicamente para su primer día en el deber, en el cual, no todas podrían volver a ver a sus compañeras.

Marvel; El Nacimiento de Cybertron.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora