10

25 2 0
                                    


Narra Harry.



 Corrí sin dirección, necesitaba pensar, rememorar aquello y encontrar la falla en mi, si, algo fallaba en mi y no funcionaba como antes. Tenía el pecho oprimido.


 Cuando mamá nos avisó hoy en la mañana que iba a ir a almorzar una nueva vecina me imaginé una niña pequeña o una rubia muy bien dotada, nunca se pasó por mi mente que sería Elizabeth. ¿Qué hacía ella aquí? Tal vez eso explicaba haberla encontrado días atrás cerca el parque, era obvio no?


 Uh, aquél día en el parque escapó de mi, al igual que aquella vez en la piscina... y eso me molestaba. Odiaba que me rechazaran y ella lo hacía sin inmutarse.


 Desde que la vi aquella vez en mi habitación me pareció muy linda, claro era menor, pero la edad no me importaba en lo absoluto. Deseaba que me ella me deseara, la quería como a muchas mujeres a lo largo de mi vida, y eso me había salido fácil... con todas... menos ella. QUE RABIA!


 Aquella vez en el restaurante me sentí diferente, cuando le apreté las mejillas... me encantaba verla enojada, era tan adorable... y luego, Niall la siguió y bueno, en aquél momento odié a mi amigo, ¿qué hacía él ahí? Era mi chica, o eso quería y creía yo.


 Al volver lo miré con hostilidad, pero al ver su inocente expresión en la cara me ablandé, luego hablaríamos al respecto.


 Elizabeth se fue con su familia, luego de un gracioso momento, nosotros también nos fuimos a nuestras habitaciones, pero seguí a Niall a la suya y hablamos.


 Él la defendía y yo me hacía el idiota, no quería que él notara que me interesaba más, ¿por qué? no lo sé, tal vez vergüenza, nunca había intentado nada más allá de una noche con una chica... y yo la quería a ella más que para eso, aunque no sabía cómo actuar. Tal vez... si en ese momento le hubiese pedido ayuda, ahora todo sería distinto.


 Niall me rogó que no hiciera nada malo, pero no respondí, luego hablamos un rato más y me fui a mi habitación, de inmediato envié un mensaje a Elizabeth y le dije que nos juntásemos al día siguiente.


 Nos vimos en una firma de autógrafos por casualidad, le escribí algo muy cursi [para venir de mi] en el CD y pensé que estaba actuando bien. Luego cuando llegó la hora de nuestra cita en la piscina y todo iba mejorando, ya me sentía casi satisfecho, pero algo me preocupaba, ¿conocería ella mi fama de mujeriego?, no quería alejarla por eso, podía cambiar... pero igual me sentía vulnerable.


 En un momento determinado, cuando creí que ya era mía, la arrinconé e intenté besarle... pero huyó.


 Me sentí idiota, era la primera vez que intentaba hacer algo bien y no me resultaba. Quise volver el tiempo atrás e intentarlo todo de nuevo, y así mil veces hasta que funcionase, pero no ocurrió.


 Golpee la pared enfurecido con mi mismo, cuando ella estaba cambiándose encerrada en el camarín. Temí volver a equivocarme y me encerré en el mío para que no viese mi desgracia, realmente no servía para nada.

Una Linda Travesura - 1DDonde viven las historias. Descúbrelo ahora