- イャ : outro ୨ৎ

192 13 0
                                    

El fin de semana fueron a comer a casa de Sunoo y Riki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El fin de semana fueron a comer a casa de Sunoo y Riki.

Sunghoon parecía sentirse mejor ese día, a pesar de que toda la semana fue algo tormentosa para el pobre chico. Debido a eso, Minho no lo presionó demasiado.

Había días buenos donde Sung hablaba, con esa bonita voz, en un tono bajo pero que Jake escuchaba sin problemas. No decía mucho, lo suficiente para sentirse bien, sin embargo, eso era ya un gran avance.

Otros días, el estado de ánimo de Sunghoon era como un carrusel: hablaba un instante, pero luego empezaba con sus señas descontroladas, decidiéndose finalmente por usar su cuadernito cuando las ideas se le confundían.

Los peores días eran cuando no hablaba y usaba las señas, siendo más hermético, más cerrado con sus propias emociones. Siempre llegaba un momento del día en que se deshacía en llanto incontrolable, siendo abrazado por Jake.

La psicóloga del joven, una amable mujer llamada Jieun, le explicó al mayor que era muy poco probable que Sunghoon mejorara más que eso, que sería demasiado normal que actuara así de aquí en adelante, porque había muchas cosas que el muchacho no podría sanar por completo.

Sunghoon tenía una resiliencia increíble por ser un sobreviviente de tan traumáticas circunstancias, pero esa cicatriz que le hicieron iba a permanecer en todo momento, en dos significativos hechos: allí dolió, pero también sanó.

Jieun le dijo que debía ser paciente en muchos aspectos de su vida, en especial en lo relacionado con lo sexual, pero Jake no tenía problema alguno con eso. Sunghoon valía la pena. La iba a valer en todo momento.

No sólo fueron ellos, sino que Heeseung y Jungwon también aparecieron. Almorzaron una carne a la parrilla para ponerse al día con lo que estaban haciendo: Sunoo se quejó de sus estudiantes, Riki habló mal de sus pacientes, Heeseung mencionó que pronto iba a sacar un sencillo y Jungwon fue invitado a hacer una exposición a un colegio sobre astronomía. Sunghoon habló sólo en señas, aunque escuchaba las preguntas que le hacían, por lo que no pasó nada malo. Todo fue muy bien para la pareja.

Terminaron yéndose cuando ya oscureció, con el frío invierno azotando sus cuerpos incluso en el momento en que subieron al auto. Una vez en casa, no tardaron en ponerse el pijama de polar a juego que se compraron el día que decidieron mudarse juntos: ambos eran blancos, pero el de Sunghoon tenía un estampado de ardillas y el de Jake un estampado de conejos.

Jake se tiró sobre la cama, riéndose cuando Sunghpon le imitó, abrazándolo para acurrucarse sobre las frazadas. Estuvieron dándose besos y haciéndose cosquillas un buen instante, mimándose entre pequeñas risas.

—Jakey —susurró Sunghoon contra su oído, luego de unos segundos en silencio. El mayor pellizcó su nariz.

—¿Sí, hermoso?

—He tenido sueños feos esta semana —respondió Sunghoon, con su voz como un hilo, antes de hundir su cabeza en el cuello de Jake.

El compositor no respondió enseguida, acarició el cabello del menor, que no lloraba, pero se aferraba a él con mucha desesperación.

୨୧ 𝐌𝐔Ñ𝐄𝐐𝐔𝐈𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐏𝐎𝐑𝐂𝐄𝐋𝐀𝐍𝐀  ⇝  𝒥akehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora