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Jake se había repetido tantas veces que quería a Yuri que ahora la mentira salía con facilidad y, a veces, creía incluso que era cierto. Bueno, quería a Yuri como amiga, eso lo tenía claro, pero... ¿cómo novia?
—Pero no hemos pasado tanto tiempo juntos, oppa —se quejó Yuri al otro lado de la línea—. Mis papás ya están preguntando cuándo irás a cenar. Ellos querían hoy, pero me dijiste que no, y el siguiente sábado igual...
Los sábados estaban reservados para ir a D-Town, y ahora que había regresado a ese ambiente, rodeado de tanta gente con la que se sentía cómoda, no quería abandonarlo otra vez.
—Podría ser el viernes —ofreció suavizando su voz—, ¿te parece?
—Pero ¿qué tanto tienes que hacer? —siguió insistiendo Yuri —. ¿Me estás reemplazando por Heeseung?
Apretó sus labios un instante, sabiendo para dónde se dirigía toda esa conversación.
Últimamente compartir tanto tiempo con Yuri se estaba volviendo insoportable, la chica siempre demandando su atención y contándole cosas que en realidad no le interesaban. Y eso le hacía sentir mal porque significaba que era un pésimo novio, pero si era honesto, no le preocupaba demasiado. No cuando estaba en D-Town. No cuando estaba con Sunghoon.
Sunghoon, Sunghoon...
— Heeseung está cada vez más desagradable y repulsivo —siguió hablando Yuri—, detrás de ese otro chico, ¿qué clase de persona es? ¿Acaso...?
— Yuri, por favor, cállate.
La chica enmudeció porque era la primera vez que Jake le hablaba de esa forma.
Jake normalmente era callado, siempre dándole la razón, nunca discutiendo con ella. Pero esto...
— ¿Oppa? —preguntó con voz débil.
—Hablamos cuando estés más calmada —le dijo—. Adiós.
Le cortó antes de escuchar su réplica.
Jake no quería hablar más con Yuri, no por esa noche, porque era sábado, iría a D-Town, y vería a Sunghoon.
Lo que debía hacerlo sentir mal, sin embargo, en ese instante no podía importarle demasiado si su novia se enojaba con él porque estaba recordando la expresión de Sunghoon en su casa, cuando le invitó a acompañarlo, la forma en la que le estaba mirando.
Agarró su chaqueta, mirándose una vez más al espejo para ver si lucía guapo, y salió del cuarto para bajar las escaleras.
— ¿Jakey? —preguntó su madre al verlo pasar hacia la puerta—. ¿Para dónde vas, cariño?
Tomó las llaves del auto, girándose y sonriéndole a su mamá.
—Iré donde Heeseung, lo ayudaré con una tarea —mintió, y recordó que la última vez que le había mentido de esa forma fue cuando estaba saliendo con Jisung.
