Capitulo 1:

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Pelee con todas mis fuerzas

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Pelee con todas mis fuerzas. Hice lo que pude, di lo que tenía. No había traicionado a nadie. Casi morí salvando a uno de esos hijos de puta de los de Kortac y aún así me tienen aquí esposada en una silla en una habitación vacía.

Alemanes hijos de...

La puerta de metal se abre de pronto en un movimiento fuerte y preciso. Un sujeto con gafas oscuras y una mascarilla oscura que cubre la mitad de su rostro se mete adentro. Veo como alza la ceja al verme, su brazo derecho tiene un vendaje que cuelga de su hombro. Él mira a los que están detrás de mi.

—Salgan — su voz es tranquila. Los sujetos dudan pero cuándo él mueve su cabeza en dirección a ellos, no dudan dos segundos en irse. En cuanto se van él se quita las gafas oscuras, se acerca a mí y se inclina un poco — te voy a quitar esto, pero si prometes no gritar ¿Sí? —.

Asiento en un solo movimiento y él hace lo mismo. Desliza las manos detrás de mi cabeza y desata la mordaza de mi boca.

—Gracias —.

—No hay de qué — se endereza — la verdad no entiendo porque siguen teniéndote aquí encerrada. Y lo siento, me salvaste la vida ya abogué por eso contigo. El Coronel está hablando con tus superiores.

—Mi misión era encubierto — ruedo los ojo mientras me lamo los labios secos y cuando intento tragar, me doy cuenta de la sed que tengo — por desgracia teníamos el mismo objetivo.

—Sí — el sujeto agitó la mano — no importa, está muerto y eso es lo que importa. El asunto grave aquí es que golpeaste al Coronel, casi le partirte el culo — se ríe mientras se cruza de brazos meneando la cabeza —.

—No sabía quien era, pensé que era un enemigo —.

—Sí, fue un error de comunicación — Encoje los hombros — soy Horangi, por cierto, es un placer conocer a la Sombra de Price, me parece que te ha enseñado bastante bien porque ni nos dimos cuenta de tu presencia, hasta que claro, atacaste al Coronel y casi lo matas.

—No pueden hacerme daño — frunzo las cejas sintiendo que un par de pasos se acercan por el pasillo —.

—No, tranquila. No va a pasar nada de eso pero es por seguridad, si tumbaste al Coronel eres un peligro andante, es solo por precaución — Kim se ríe sacudiendo la cabeza como si estuviera recordando ese episodio, lo que me hace rodar los ojos. Fue una maldita mala comunicación. Y una información que el viejo olvidó darme.

La luz que entra por la puerta de pronto es opacada por una sombra que cubre toda mi visión. Horangi se voltea y sisea con alivio. Yo ladeo la cabeza para ver quien se ha asomado por la puerta y cuando lo veo se me revuelve el estomago.

Es el Coronel.

Al que casi mato.

La pierna donde enterré mi cuchillo todavía está sangrando, demonios ¿Nadie le ha curado eso?.

𝑩𝑨𝑫 𝑹𝑶𝑴𝑨𝑵𝑪𝑬 ➝ 𝑲𝑶̈𝑵𝑰𝑮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora