cinco 🦇

295 6 0
                                    

Simplemente no respondí a el "¿Que hacen?". Me quede callada esperando a ver si se iba.

— Kati — dios unos pasos hasta quedar a mi lado — ¿Que paso? ¿Y Alejo?

— Se fue — mire al suelo — Se enteró que fue a aquella fiesta y se enojó — ¿Por que se lo cuentas Kata?

— Pero ese no es motivo para enojarse, tu le guardaste respeto. Estuviste re aburrida igual.

— Pero no es lo que tengo que hacer. Tengo que ser una mujer que es responsable. No es responsable ir a una fiesta y mentirle a mi chico. — me cruce de brazos.

— Pero vos podes ser responsable y aparte divertirte — me puso una mano en el hombro.

— Pero el no quiere eso, ni yo tampoco. No quiero esta vida de drogas y menos perderle — me salto una lágrima.

Sentí sus brazos arroparme, me hacía falta. Me sentía con menos peso en sus brazos, descargue todo el dolor que tengo ahora. Nadie se preocupaba nunca de si estaba bien o no. Nadie me preguntaba nada. Nadie se preocupaba por mi.

Aunque sea responsable también tengo dolor y miedo. Soy una persona que día a día lucha por no caer en depresión. Soy una mujer ejemplar, estudio y mantengo mi vida. Pero también cansa esa rutina y agobia. Además estos días los pase fatal por culpa de Alejo, no me entraban ni ganas de comer.

— Kata — se aparto y conectamos miradas — Vos no tenes que ser de ninguna manera por nadie. Vos tenes que ser vos.

~ Vos tenes que ser vos~

Nunca pensé en eso, en quien era yo. Solo intentaba que mi vida fuera ejemplar. Nunca entendí mis gustos, solo se que me gusta leer. Pero no se que me gusta hacer. Es raro solo se que quiero trabajar en un alto rango para sobrellevar mi vida.

— Aparte Alejo también fue a jodas. No puede decirte nada, es hipócrita — volvió a hablar — Diviértete Kata.

— Es que no se lo que me divierte.

— Ven te enseño.

Me seque las lagrimas después Tomás me agarro suavemente de la mano para llevarme al centro de la pista de baile. Yo no se bailar.

Pero la musica era punzante y daban ganas de moverse. Nunca experimenté esta sensación, era divertida.

— No se bailar Tomás — dije en el oido de Tomás.

— Muévete como te pida el cuerpo linda — sonrío.

Y eso hice, moverme según me pidió el cuerpo. Me sentía libre en ese momento, con menos peso. Pasaron varias canciones hasta que se paro en seco la música.

— ¿Que onda los wuachos? — dijo un hombre encima de una tarima — ¿Quieren escuchar a los Barderos?

Todos saltaron y gritaron un "Si". Después de eso me digne a buscar al peli verde con la mirada pero no lo encontré. ¿Donde se metió?

Volví mi vista al escenario. Esta vez me sorprendí al ver al peli verde subido con un micrófono en la mano, me miro y sonrío.

{...}

}

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mariposas • CRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora