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El tiempo avanza demasiado rápido, parece que sólo fue ayer cuando Chanyeol me tomó desprevenido por el brazo para decirme lo mucho que le gustaba mi aroma.

Y ahora, ocho meses después estamos compartiendo el mismo espacio. Somos adultos casi llegados a los treinta, pensar en establecerse con alguien que es demasiado compatible contigo no es una locura.

Fue algo completamente natural, que empezó con quedadas en nuestras casas, fines de semana que compartíamos en un hotel o salidas de vacaciones a pueblos cercanos. Cuando su contrato de arrendamiento estaba por llegar a su fin, él no dudo en preguntarme si quería ir a vivir con él. Petición a la cual no me negué.

Suspiró con una sonrisa en el rostro, cuando le conté sobre Chanyeol a mis padres se pusieron muy felices por mi. Había encontrado a una persona que en vez de molestarle mi problema de sudoración excesiva le gustaba.

—Cuando estas feliz tu aroma es más dulce. —Le escucho susurrar contra mi oreja, atrapa mi cuerpo entre sus brazos. Su frente está en mi hombro, puedo sentir su calidez contra mi espalda.

—A veces creo que es injusto, puedes saber como estoy o que pienso solo con mi aroma. —Ladeo mi cabeza para poder ver su perfil, el tiene los ojos cerrados, pero una sonrisa en el rostro.

No diré que conozco a la perfección a Chanyeol, pero es fácil entenderle. No es un hombre que se enoje con facilidad, es amable, divertido, bromista por naturaleza. También es compasivo, competitivo, un poco raro... Pero es mi Chanyeol.

Cada día me demuestra lo mucho que le gustó, y la última colección de jabón que lanzó al mercado la compañía está inspirada en mi. Creo, eso es suficiente muestra de amor. Es vergonzoso, pero es algo que solo nosotros dos sabemos.

Él hace de todo para que yo me sienta cómodo, incluso el apartamento en el que nos instalamos es de acuerdo a mis necesidades. Buscó uno que tuviera un baño grande, pues sabe que es uno de mis lugares sagrados.

Tiene grandes ventanas, espacios abiertos y buen aire acondicionado para cuando estemos en verano. Es el mejor hombre que en algún momento pude haber añorado.

También sabe darme el espacio necesario cuando estoy enojado, me calma con besos y palabras de amor. Son pocas las veces en las que el estrés del trabajo hace que él se enoje y cuando eso sucede, soy yo quien le llena de cariños.

—Tú también descubres como yo me siento, cada que me miras me doy cuenta que lo sabes. Así que estamos a mano, Kyungsoo.

Ruedo los ojos para golpear ligeramente sus manos, le veo hacer un gran berrinche mientras sigue diciendo que le dolió. Pero, es obvio que sólo bromea.

Chanyeol es enorme, prácticamente imposible que mi pequeño cuerpo le ocasione algún tipo de dolor físico.

—Me gustas mucho Kyungsoo. —Besa mi mejilla para después salir corriendo, le persigo con una sonrisa en mi rostro hasta que recuerdo algo.

—Chanyeol... Mi hermano te quiere conocer.— Él se detiene en la mitad de la sala, gira su cuerpo para mirarme. Yo solo sonrió. —Dice que se siente excluido ya que mis padres te conocieron, pero él no.

Chanyeol rasca su cabello, y luego solo levanta los hombros. Es un muy mal mentiroso, puedo percibir su nerviosismo.

—Por mí no hay problema, ¿cuándo nos reunimos?

Me acerco hasta el, acarició su rostro acercándolo al mío.

—El fin de semana, así que no estés nervioso yo no te dejaré solo en ningún momento ¿de acuerdo?

Beso sus labios suavemente, estoy en las puntas de mis pies pero el me sostiene por la cintura evitando que me canse demasiado. Su sabor es dulce, me gusta demasiado lo que este hombre ocasiona en mi sistema.

—Te amo Chanyeol. —Confieso contra sus labios para luego volver a besarle.

Somos adultos, un tanto inexpertos en el amor, pero con la madurez necesaria para sentarnos a hablar de nuestros problemas, de lo que nos hace sentir inseguros y tomados de la mano le damos solución.

Amo a Chanyeol, sé que él me ama a mí. Soy feliz a su lado, y pese a que no ha dejado su extraño hábito de estar olfateándome por todas partes no podría cansarme de él y su sonrisa brillante.

—¿Vamos a la habitación? — Chanyeol me pregunta con las orejas rojas, niego para señalar el sofá.

—Vamos a estrenarlo.

Ambos reímos para luego quitarnos rápidamente la ropa. Somos adultos experimentando insaciablemente en nuestra relación.

Y eso, esta bien.

—Oh cielos, tú olor me encanta. Eres el hombre perfecto para un pervertido como yo. — Me toma por la cintura haciendo que me siente completamente desnudo sobre sus piernas. Ladeo mi cabeza y muevo mi pelvis de adelante hacia atrás.

—Resulta que yo también soy un pervertido.

—Y así te amo— Besa mis pezones, yo acarició su miembro.

Nuevamente estoy sudando en exceso, mientras el lame mi piel. Indudablemente... Amo a Chanyeol.

Acomplejado|| ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora