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• 6. ¿Novio?•

Cómo me gustaría que la tierra se abriera bajo mis pies y me tragara para luego escupirme en china, evitando la vergüenza que siento en este momento.

Grace, Mara y Erika estaban paradas en la puerta petrificadas, la sorpresa se detonó en sus caras al ver tal escena frente a ellas. Jack se quedó inmóvil al igual que yo, ambos parecíamos dos adolescentes que estaban  a punto de pasar al otro nivel de su relación pero fueron descubiertos en el acto, Erika sosteniendo su cámara tomo una foto tomándonos desprevenidos.

—Esto sin duda ira al anuario escolar—, Erika sonrió mirando la cámara.

El flash de la cámara me hizo reaccionar, empuje al Desgraciado lejos de mi y me baje de la mesa recuperando la compostura.

—Esperamos no interrumpir—,Grace se adentro en el salón del club con una sonrisa—. Y si interrumpimos podemos regresar más tarde.

—No es necesario—, negué  mientras sentía como me ponía roja de vergüenza—, no estaba pasando nada.

—¿Segura, Layla? Yo creo que sí nos interrumpieron—, Jack metió las manos en sus bolsillos mientras me sonreía.

—No, claro que no—, rebatí caminando unos pasos más lejos de él.

Las chicas se miraron unas a las otras conteniendo las risas que deseaban salir al ver la situación. El desgraciado por alguna razón disfrutaba esto.

—Vamos a empezar con el periódico—, Mara se acercó a mi y me tomo por los hombros guiándome a una de las mesas donde estaban las computadoras—. Creo que es momento de que escribas un poco.

Mara encendió la computadora frente a mi, se dio la vuelta y volvió junto a Grace.

—Grace, ve por las actividades que se realizaron.

—Si, capitana.

—Erika, ve a tomar fotos y también busca las anteriores—, comentó mientras miraba a Erika.

—Regreso en un momento.

Tanto Grace como Erika salieron juntas del salón dejándonos solo a nosotros tres en el, Mara camino se acercó a su hermano mientras se cruzaba de brazos.

—Tu irás a buscar el papel para la impresión—, le ordenó estando frente a él.

—¿Quién te nombró la líder?— Contrataco ante la orden de su hermana.

—Yo me autoproclame.

—Eso no es justo.

Mire la escena frente a mi—porque chisme, es chisme—, apoye mi barbilla en mi mano, hermanos que no discuten es porque no son hermanos y los que estaban frente a mi lo eran, no los podías confundir con nadie, ambos tan parecidos pero tan diferentes a la vez. Eso es lo que conlleva a ser el gemelo de alguien; ser una parte de tu hermano debido a que llevan su vida juntos incluso antes de nacer, ser su igual pero al mismo tiempo no serlo.

—Ve por el papel—, dijo Mara perdiendo la paciencia.

—No.

—Eres adoptado.

—Eso es imposible, nací el mismo día que tú—, contraatacó Jack mirando a su hermana como si estuviera loca ante aquel comentario.

—¿Quién te puede asegurar que no fuiste adoptado el mismo día que yo y te hicieron creer que somos gemelos?—Mara le dio una sonrisa de boca cerrada a su hermano.

—Eso es improbable.

—Pregúntale a papá.

—Sabes que voy por el papel, no voy a estar escuchando tus tonterías—, Jack rodeo a su hermana para salir del salón.