• 17. Una fiesta desastrosa (2/2) •

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Me balanceaba al ritmo de la música siendo guiada por sus manos que aún sostenían mis caderas; seguí procesando ese cambio de planes en nuestro acuerdo, extender nuestro tiempo siendo pareja no me molestaba ya me había acostumbrado.

—Puedo comprarte los libros que quieras—, propuso.

—Eso suena tentador.

—Me darás más tiempo, además aún no logro lo que me propuse.

—Si—acepte—, pero solo porque me comprarás libros nuevos.

«Mentirosa»

Jack soltó una risa, me giro para estar cara a cara.

—Bien, ya me regreso el alma al cuerpo—, confesó, solté una risa—. Si me decías que no te juro que hubiera hecho lo que tú quisieras con tal de que me dijeras que sí.

—Pensándolo mejor creo que…

—Ni se te ocurra—advirtió—, ya dijiste que si, no puedes retractarte.

—Bien—, acepté con una sonrisa.

—Veo que se están divirtiendo—, mire por encima de mi hombro a Dion quien llevaba varias pulseras y collares de luces—. ¿Interrumpo?

—No, tranquilo—le dije mientras me separaba de Jack—, ¿sabes dónde está Mara?

—En la cocina con Grace y Erika—, le dio un sorbo a su vaso para luego señalar alguna parte de la casa—. ¿Ves esa luz blanca que está ahí?

Asentí.

—Ahí es la cocina.

—Gracias, Dion—, le agradecí para caminar hacia la única luz blanca que había en toda la casa.

Pase por el umbral de la puerta; la cocina estaba casi igual de llena que—lo que suponía era—la sala, muchos llevaban collares o pulseras de luces al igual que Dion mientras se preparaban los tragos con todas las bebidas que estaban sobre la isla de la cocina y entre esas personas estaba Grace preparándose un shot de tequila.

—Miren quien llegó—, dijo Mara mirándome llamando la atención de Grace y Erika.

—Hola—, las saludé.

—Llegas justo a tiempo—, Grace me pasó un vasito de tequila—; brindemos juntas.

—Me parece bien—, Erika tomo uno de los vasitos acompañado de un limón.

—Espero no escupirlo—Mara miró el vasito y luego el limón—, espero.

Sonreí y tome el vasito que Grace me había extendido.

—Bien, brindemos—, comenzó a hablar Grace—, por los nuevos amigos.

—Las nuevas aventuras que nos esperan—la siguió Erika.

—Los nuevos problemas—, comento Mara.

—Y un último año lleno cosas inesperadas—finalice chocando mi vasito con el de ellas—. Hasta el fondo.

Mordimos el limón y luego bebimos todo lo que había en el vasito; arrugue la cara al sentir el extraño sabor del tequila bajando por mi garganta, mire a las demás quienes también tenían una cara parecida a la mía.

—¡No lo escupí!—Celebro Mara mientras dejaba el vasito sobre la mesa.

Todas nos reímos ante el comentario de Mara, Erika se callo de repente señalando algo con la cabeza.

—Problemas a las doce—, comento mientras se servía vodka.

Miramos rápidamente a la puerta, un dúo muy problemático acabada de  traspasar el umbral de la cocina; Dominik y Oliver estaban ahí, ambos sonreían como si fueran los reyes del lugar y miraban a todos con superioridad. Mara miró por un rato a Oliver y luego aparto la mirada, deje de mirarlos y me concentre en observar a las demás personas a mi alrededor, Félix había apareció por unos breves momentos en mi campo de visión para luego desaparece entre las personas Grace también lo noto y se fue detrás de él. Y momentos después Erika y Mara desaparecieron de mi vista, que oportuno, mire mi teléfono y unos mensajes de Jack diciendo que no se siente bien que deberíamos irnos.

El Club Del Periódico ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora