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0.0; 𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄El césped acariciaba mi piel, la luz del sol se posaba sobre mis ojos, mi cabello se enredaba entre las flores, el suave viento me transmitía paz y mis pensamientos se desvanecían uno a uno. No tenía preocupaciones.
Su rostro aún no se cruzaba por mi mente, su figura desaparecía de mis pensamientos. En ese momento, solo yo existía.
Había una pequeña colina frente al hermoso campo verde. En su cima se alzaban árboles con manzanas rojas que se me hacían tentadoras.
Indecisa, me levanté, contemplando si ir o no. Y en ese momento, ese chico volvió a entrar en mis pensamientos. Adam me había advertido innumerables veces que no sucumbiera a la tentación, pero con cada día que pasaba, se hacía más fuerte. Después de todo, había una razón por la que se llamaba tentación.
El matiz rojizo de las manzanas me llamaba. Me puse de pie por completo, mi mirada fija directamente en las manzanas, preguntándome si ceder o no.
Como decía Adam, las tentaciones se tratan como prohibidas, lo que las hace más peligrosas y psicológicamente atractivas. Pero aún así, creía que había una razón por la que existían. ¿Y por qué no descubrirla?
Las palabras de Adam resonaban en mi cabeza mientras mis pies comenzaban a moverse más allá de mis contradicciones. Las tentaciones eran malas, pero también decía que había algo bueno en todo lo malo.
Su voz en mi cabeza se volvió tan poderosa que me cegó a mis propios movimientos, hasta que me encontré frente a esa manzana. Suavemente me invitaba a comerla y, a pesar de mis pensamientos, lo deseaba.
La temida tentación, según Adam, llegó a mi boca. Mis dientes se hundieron en la dulce piel de la manzana rojiza y el sonido de mi propia mordida entró en mis oídos.
Mi naturaleza humana tomó el control.
A pesar de lo dulce que sabía la manzana y de lo bien que se sentía hacer lo que había deseado, las consecuencias no tardaron en aparecer.
En cuestión de segundos, mis manos tocaron el suelo y un rayo cayó frente a mí, revelando una serpiente debajo.
— ¡Kasia Collins, contra la pared! - gritó un guardia, cerrando la puerta de golpe.
— ¿Qué cojones? - respondí, sin moverme de mi cama.
Aunque el guardia se acercaba a pasos rápidos, mi mente reaccionó antes de que fuera demasiado tarde.
Me levanté sin más protestas y miré directamente al guardia, quien se detuvo al verme de pie.
— Tu mano - ordenó el guardia, sosteniendo una extraña pulsera preparada para ponerme.
— Espera un minuto, necesito usar el baño - desafié, con la intención de averiguar qué estaba pasando.
Sabía que no era mi momento de ser flotada. Podía sentir que algo estaba ocurriendo y mi intuición me impulsaba a investigar.
Me dirigí hacia la puerta, evitando al guardia que aún no reaccionaba. Salí por la misma puerta por la que había entrado aproximadamente hace cinco años.
Cientos de personas entraron en mi campo de visión, todas caminando hacia el mismo lugar. Algunas estaban inconscientes, mientras otras gritaban de miedo.
Intenté correr antes de que fuera demasiado tarde, pero para mi sorpresa, ya lo era. Mi visión se volvió borrosa, mis piernas se desvanecieron, mis oídos bloquearon los gritos de fondo y emitieron un sonido de zumbido que crecía cada vez más fuerte, hasta que mi cuerpo encontró la paz en su interior.
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Human Nature | Bellamy Blake.
FanfictionKassia Collins, condenada a muerte únicamente por nacer. Kassia, una chica con un alma pura y llena de inocencia, va a tener que irse adaptando para sobrevivir, algo que gracias a su pasado será difícil para ella, en donde sus sueños se convertirán...