Kassia Collins, condenada a muerte únicamente por nacer.
Kassia, una chica con un alma pura y llena de inocencia, va a tener que irse adaptando para sobrevivir, algo que gracias a su pasado será difícil para ella, en donde sus sueños se convertirán...
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>── ⋅ ⋅ ── ✩ ── ⋅ ⋅ ──< 0.13 ; 𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐌𝐎𝐑𝐍𝐈𝐍𝐆.
Me sentía mareada, como si fuera el primer día en el que bajamos a la tierra con la nave, sentía los golpes y giros que daba la nave al entrar a la atmósfera, pero sabía perfectamente que todo era un delirio.
Pasé mi mano por mi rostro, notando pequeñas heridas y una ceja partida, así que rápidamente quité mi mano para no avanzar el dolor que producían mis las heridas.
Me estiré arqueando mi espalda separándola de la fría sensación que me producía en lo que estaba apoyada.
Gracias al mi estiramiento, noté un brazo debajo de mi cuello, sin abrir los ojos pasé mis manos por el brazo notando unas pequeñas gotas de líquido.
Lo peor se me paso por la cabeza.
"Y sí estaba encima de alguien muerto y eso era sangre?"
Me levanté bruscamente abriendo los ojos, me fijé directamente para ver que eran esas gotas derramadas encima de ese brazo.
Suspiré de alivio al ver que era, pero al segundo el sentimiento de vergüenza se adentró en mi. Aceleradamente pasé mi mano por el brazo limpiando las babas que había dejado al dormir ahí.
La persona no se inmutó al tocar su brazo, todavía seguía durmiendo al lado mía.
Giré mi torso para poder descubrir quien era la persona, y al verle, el corazón se me aceleró, ese era Bellamy.
Parecía que no había descansado día y noche. La incertidumbre me llevó ha despertarle, para saber cuanto llevaba aquí dormida y el porqué no me acordaba de nada.
Pasé mi mano por su pecho llegando hasta sus mejillas, acariciando su mejilla derecha para que se despertara sin ningún susto.
Él comenzó a abrir los ojos poco a poco, sin todavía por ser verme. Pero cuando se giró lo más mínimo, se abalanzó atrayéndome hacia él, dándome un cálido abrazo.
— Menos mal que estás viva. - me susurró al oído con un tono de alivio.
— ¿Qué ha pasado? - pregunté confundida apartándome del abrazo para poder mirarle.
Bellamy respirando aliviado se recostó contra la pared que teníamos detrás.
En esos segundos noté como estábamos en la segunda planta, por donde nadie pasaba, además estaba la trampilla cerrada para que no pasara nadie.
