Algunos creen que el destino está ya escrito y no importa el camino que se tome, tarde o temprano llegaremos al lugar en que se supone debemos estar, otros; por el contrario, defienden el libre albedrío y su capacidad de tomar decisiones que los haga dueños del sendero por el que transitan, forjando lo que ellos llaman su propio destino, si me preguntan a mí, bueno, simplemente no puedo establecerme en alguno de los dos bandos, al menos no en esta parte de mi vida, si hubiera considerado esta pregunta hace unos años, tal vez con la energía y la inocencia de una visión infantil hubiera dicho con cierto orgullo que yo soy la única que decido a dónde quiero llegar, pero lo cierto es que; nada más alejado de mi realidad, y eso lo he ido aprendiendo a lo largo de los años.
Dicen que solo el aleteo de una mariposa es suficiente para desencadenar un tifón al otro lado del mundo, parece absurdo a simple vista, pero me he topado con personas que con palabras, acciones e incluso ausencias, han sido participes de mi recorrido, formación y evolución en este mundo, así que no creo que yo sea la única implicada en el rumbo de mi destino.-Sakura ¿Estás bien?- una voz la sacó de el ensoñamiento- has estado mirando por la ventana desde que entré hace cinco minutos- comentó suavemente.
francamente no la había notado, pero sería muy poco profesional y hasta vergonzoso admitir eso por parte de la que se supone es un Shinobi que puede detectar el chakra mejor que nadie.
-Hola Ino- giró su cabeza alejando la mirada del paisaje que desde la ventana se observaba, sin duda era privilegiada con la vista que desde la oficina tenía de la aldea -Perdona, estaba pensando en algunas reuniones que tengo esta semana y como siempre tienes la maldita costumbre de entrar sin tocar la puerta y tirarte en el sofá, pensé que ya estabas hasta dormida- sabía que no le creía del todo, pero sería suficiente para que dejara el interrogatorio a un lado.
-si claro, como digas- rodó los ojos mientras tiraba su cabeza hacia atrás en sofá y soltaba un suspiro- no entiendo por qué tu oficina es tan grande y en la mía solo tengo un escritorio medio decente- soltó volviendo a enderezar su cuerpo y mirándola con una cara de indignación exagerada.
- ¿A eso viniste, a quejarte?- dijo con gracia mientras se levantaba de la silla y estiraba los brazos en un intento de desentumir los músculos -No es que no lo hagas siempre, pero esperaba un buenos días primero, además, no seas descarada; tu oficina principal está en el centro de inteligencia, de hecho; nos honras al seguir viniendo a este humilde hospital- dijo caminando hasta sentarse nuevamente pero ahora a su lado.
Luego de la muerte de Inoichi Yamanaka, Shikaku Nara, Choza Akimichi y muchos otros Shinobi, sus hijos habían sido un pilar fundamental en la reconstrucción de la división de inteligencia, siendo está la prioridad de Ino desde hace unos meses, Sakura más que nadie sabía el potencial de su amiga, y por eso agradecía que aún con todas sus responsabilidades,
estuviera apoyando en el hospital.-¡En eso tienes razón!- alzó la voz casi gritándo -Estoy aquí haciéndote un favor, sin mi presencia este lugar se caería a pedazos, por eso digo que lo mínimo que tendria que tener es una oficina como esta- terminó nuevamente con un tono ya más cordial para los oídos de la pelirosa.
-Adelante, es tuya cuando gustes- respondió cerrando los ojos y dejando caer más el peso de su cuerpo en el espaldar.
-No, si no tengo que luchar contigo para conseguirlo entonces no lo quiero, ¿cuál sería el mérito en eso?- se rió tomando un poco de aire en el proceso para luego quedarse nuevamente callada.

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Efecto Mariposa
FanficHistoria situada tras la guerra ninja, donde cada persona ha ido reconstruyendo su vida y creando nuevos propósitos... Propósitos que se verán afectados por un destino, uno que los unirá, alejará y llevará al límite de las pasiones. Personajes perte...