Inalcanzable (Supercorp) Kara G!p

❓Capítulo 14

"Andy". Llamó Samantha.

"¿Qué pasa amor?". Preguntó amorosa cambiando su tono.

"Puedes ayudarme a ponerme bronceador". Le dijo Samantha mostrando el tubo con la crema.

"Seguro cariño, salgo en un momento". Respondió con una sonrisa. Samantha salió otra vez hacía el patio de la casa dónde estaba con las demás.

"Ya ve, haber si por lo menos así puedes tocar algo fingiendo que fue casual". Molestó la irlandesa mientras bebía una soda.

"Tú y yo no hemos terminado de hablar de esto, porque estoy segura que algo ocultas y lo voy a averiguar". Amenazó Andrea apuntándola con su dedo índice.

Lena no le respondió simplemente le hizo un gesto y desvió la mirada. Luego de que la latina ya estaba fuera y sobre la música escuchó ese ruido que tantas otras veces había escuchado. Lo reconoció de inmediato así que salió de la cocina para ir hacía la puerta de entrada. Vio a través del vidrio y antes de que Kara pudiera poner sus llaves en la cerradura le abrió la puerta. La chica de ojos azules se quedó viéndola con un gesto de desconcierto que era digno de enmarcar, retrocedió un paso para ver a un costado el numero como para asegurarse de que estaba en su casa y no se había equivocado, todo el día en el hospital y más todo el día pensando en Lena quizás la había llevado a llegar a donde la irlandesa.

"Esta sí es tú casa, así que porque mejor no entras en vez de estar ahí parada como idiota". Expresó Lena divertida por su reacción.
"Yo...lo siento, estoy algo confundida". Dijo entrando, ambas se quedaron ahí, sólo que con la puerta cerrada.

A Kara le estaba costando mucho concentrarse y crear alguna respuesta lógica al porque Lena estaba en su casa, al verla con tan sólo esas diminutas prendas que dejaban bastante poco a la imaginación que eran la causa directa de su desconcentración.

"Estoy aquí porque tu hermana me invitó y están las otras porristas en la piscina". Expresó la pelinegra respondiendo a las preguntas que en su mente sabía tenia la chica.

"Ok, yo subiré a cambiarme". Dijo la chica de los ojos azules.

Kara quería ir pronto a su habitación porque ver a Lena le estaba produciendo muchas cosas, se veía espectacular y ella sabía que no lograba resistirse a ese cuerpo por mucho tiempo.

"¿No me vas a decir como me queda el Bikini?... Es de tu hermana". Preguntó con una sonrisa maliciosa.

"Sé que es de Nia, soy la hermana mayor ¿recuerdas?, con la tarjeta de crédito". Contestó bromeando para desviar el tema.

"No me has dicho como me queda". Insistió acercándose sensualmente.

"Tal vez porque ni siquiera me has saludado como corresponde". Contestó siguiéndole el juego.

"¿Y eso como sería?". Preguntó coqueta.

Kara la tomó por la cintura para pegarla a su cuerpo y darle un beso que de la calma paso a la pasión en cuestión de segundos. Comenzaba a recorrer con lujuria el cuerpo de su chica, quién dejaba escapar suaves gemidos a sentir esas manos ubicarse en los lugares correctos. Se quería dejar llevar pero recordó donde estaban y que en cualquier momento alguien podía sorprenderlas.
"Kara...hay más gente". Murmuró separándose levemente.

"Lo sé, pero no pude aguantarme más, te ves tan sexy con eso". Le respondió mientras intentaba volver a besarla.

"Ya pero no puedes simplemente tomarme aquí". Dijo alejándola una vez más.

"Mi habitación esta a sólo un par de metros". Expresó sonriente.

Y eso sonó extremadamente tentador para la pelinegra pero sabía que era también muy arriesgado. Andrea se daría cuenta de su ausencia y uniría los pocos cabos que le faltaban, Nia probablemente al darse cuenta que la moto de su hermana estaba afuera la buscaría por lo que también podía descubrirlas, así que por mucho le costará tenía que tener fuerza de voluntad.

"Sabes que quiero pero tendremos que dejarlo". Le dijo mientras Kara le besaba el cuello. "Ya basta, ve y date una ducha fría". Le dijo empujándola suavemente.

"Está bien, sé que tienes razón pero no estoy feliz con ello". Respondió haciendo un ademán bastante infantil.

"Me doy cuenta y si no subes rápido alguien lo hará también". Expresó apuntando la entrepierna de Kara-.

"Yo...mmm...tú". Intentaba explicarse.

Lena amaba esos gestos de nerviosismo que hacía Kara cuando no hallaba como justificarse por algo. Y no necesitaba hacerlo, ella la había provocado y como tan sólo llevaba ese pijama de medico que era como el que su padre usaba sólo que en vez de azul oscuro era verde agua, que hacía resaltar más esos hermosos ojos, pensaba la pelinegra, se podía notar con facilidad lo que produjo con sus besos y esas caricias por debajo de la parte superior, porque cada vez que se besaban, Lena no podía evitar que sus manos se fueran como imanes a esos abdominales tan bien formados.

"Mejor subo". Dijo rápidamente.

"Mejor y has que tú amiguito se tranquilice". Se burló y cuando Kara iba a pasar por su lado para subir a su habitación posiciono una de sus manos en su entrepierna apretándola ligeramente.

"Veo que me extraña". Dijo mordiendo su labio inferior.

"Joder Len". Exclamó cerrando sus ojos.

"Te lo voy a compensar". Le susurró para luego soltarla y darle una palmadita en el trasero y así se fuera a su habitación.

Espero a que la chica subiera y se fue a la piscina, necesitaba un chapuzón porque su temperatura también había subido considerablemente. Estaba en la piscina que la había ayudado a bajar su temperatura. Cuando ya estaba por salirse del agua, vio como Kara iba saliendo, no pudo evitar recorrerla con deseo. La chica llevaba un short un poco más arriba de la rodilla, la parte de arriba del bikini y encima una camisa de lino blanca abierta, lo que dejaba todo su abdomen a la vista. La chica se había acercado a su hermana y le hablaba sobre algo.

"Veo que no puedo estar mucho tiempo fuera sin que organices una fiesta". Dijo Bromeando Kara.

"Sabes que nunca lo hago, fue idea de Lena para que me acercará más a las otras porristas". Explicó.

"Y está bien, me gusta que lo estés pasando bien con tus amigas". Contestó dándole una sonrisa.

"¿Cómo estuvo todo en el hospital?". Pregunto.

"Con mucho que hacer, había pocos voluntarios, de hecho pensé en quedarme hasta más tarde pero papá me dijo que no era necesario y que me viniera a casa".

"¿A cuidar de mí?". Inquirió con el ceño fruncido. Kara rio con culpabilidad, sabía que tanto ella como su padre sobre protegían mucho a Nia.

"Puede ser". Respondió a medias y le desordeno el cabello amorosamente. En eso sonó el timbre de la casa.

"Que extraño no falta nadie más". Dijo Nia. "Supongo que no invitaste a tu noviecita".

"No, debe ser Alex, me llamó y al decirle que habías invitado a unas amigas porristas y estaban en la piscina, enloqueció y me dijo que en diez minutos estaba aquí". Contestó.