Inalcanzable (Supercorp) Kara G!p

💵 Capítulo 24

Lena estaba en el sofá de la residencia Danvers con un vaso de vodka en la mano que había llenado unas cuantas veces durante la noche. Las botellas que había llevado Alex no le podrían haber venido mejor, ya que con cada trago evitaba mirar el reloj. Con cada trago intentaba olvidar que es lo que estaba haciendo su Kara en ese preciso instante.

"Voy por más bocadillos". Dijo Nia levantándose de su lado. Lena la miró y le sonrió como gesto de aceptación y luego observó a Alex y cómo esta seguía con la vista a Nia de una manera no muy santa.

"No seas pervertida y deja de mirarle el trasero así, si no quieres que Kara te parta tu linda cara". Expresó Lena.

"Yo no la estaba mirando de ninguna forma, además Kara no esta, así que no tienes por que decirle nada". Se defendió la pelirroja.

"Claro, había olvidado que esta pasando una noche inolvidable con su estúpida novia". Escupió con odio, el efecto del alcohol ya le estaba produciendo decir más cosas de las debidas.
"¿Celosa?". Preguntó.

"No digas idioteces y no cambies el tema, aquí la que esta jodida eres tú". Se defendió.

"No entiendo porque lo dices, yo no estoy jodida".

"Claro que sí o acaso piensas que tus miraditas pasan desapercibidas". La enfrentó.

"Sé nota que no me conoces, yo miró a toda quien tenga un buen trasero y buena delantera, no soy chica de una sola me entiendes". Expresó bebiendo un trago.

"Eso me suena conocido". Masculló entre dientes. "Vamos a hablar en un par de meses, a ver si me dices lo mismo, porque algo tiene ese jodido gen que te hace cambiar". Añadió.

"¿Qué gen?". Preguntó no captando la idea.

"El jodido gen Danvers". Contestó convencida.

"¿Qué pasa con el gen Danvers?". Preguntó Nia.

"Nada". Respondieron al unísono.

Nia las miró extrañada y se ubicó al centro del sofá entre las chicas, dejo las cosas en la mesa y se apoyó cómodamente en el hombro de Alex quien no dudó en rodearla con su brazo. Al ver la acción Lena, miró a la futbolista cómo diciéndole "te lo dije".

....

Imra tenía a Kara recostada en el sofá y ya sin la camiseta, le acariciaba el abdomen y no se separaba de sus labios. La bajita estaba usando todas sus armas para que su chica esa noche estuviera con ella sin arrepentimientos y hasta ahora estaba dando resultado. Kara estaba como en un trance, nunca había llegado hasta ese punto con nadie más que no fuera su irlandesa.

Esa chica que la volvía loca con un solo beso, a la que se había entregado por primera vez y muchas otras sin ninguna duda, sin arrepentirse. Porque la quería, tanto que cualquier otro cuerpo le parecía extraño. Imra iba a desabrocharle el jeans, cuando reacciono.

"¡No!". Exclamó sacándosela de encima de forma brusca. Imra casi cae pero alcanzó a afirmarse de un costado, mientras veía cómo su novia se volvía a abrochar el cinturón y buscar su camiseta.

"¡¿Me puedes decir que te pasa?!". Le reclamó ahora si enfurecida.

"Esto no está bien".

"¡¿Como que no esta bien?! ¡Soy tú novia Kara! ¡Tú novia!".

"Lo sé, pero eso no...".

"¡¿Por qué me estás rechazando?! ¡¿Porque no quieres hacer el amor conmigo?!". Le gritaba herida.

"Imra, tranquilízate". Le pedía.

"¡No quiero tranquilizarme! Quiero, no ¡Te exijo que me digas porque no quieres estar conmigo y quiero la verdad! Porque ya no sé que más hacer Kara, he hecho todo por llamar tú atención, he soportado tus desplantes, los de tú amiga y los de la insoportable de tú hermana, pero tú haces nada ¡Dímelo!". Y esas palabras descontrolaron a la chica.
"¡Porque no te quiero! No te quiero Imra". Le repitió mirándola a los ojos. "Y ya no quiero seguir contigo, no es justo para ninguna".
"¿Qué? ¿Estás rompiendo conmigo?". Preguntó incrédula.