Eri & Ani

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Eri no había descansado esa noche ¿Que hizo mal?. ¿Danielle come pescado, por qué no puedo comerlo yo?.

Siguió caminando en círculos, su dueño anterior le daba pescado y no parecía enojado. ¿Quizás mordí muy duro a la chica cara de osito?
Gruñó al recordarla, ¿Por qué siempre estaba cerca de Danielle?

Esa noche comprendió que no dormía, no si la castaña la mantenía lejos de ella. Quizás una vuelta en los tejados me ayude a pensar

La noche era fría pero no le importó. Además de pensar, necesitaba hablar con alguien y solo conocía a un felino que podía ayudarla

Se detuvo en el callejón a unas cuadras de la casa de su actual dueña el callejón daba a la puerta trasera de un restauran de pollo y sabía que justo ahí encontraría al animal que quería ver

-¡Maldito gato, como vuelvas te mataré!- Eri se encrespó al oír la voz tosca del cocinero, seguido de un zapato que casi la golpeaba

-Los humanos están chiflados...- susurró saliendo de su escondite

-Y que lo digas, tanto drama por un poco de pollo

Eri visualizó sobre unas cajas a una gata de su misma raza sus manchas eran menos marcadas que las suyas, y sus ojos de un azul opaco, pero aún así el parecido era notorio

-Hola Ani

-Que gusto verte de nuevo hermana

Ambas frotaron sus narices entre ronroneos.

Eri había echado de menos a su hermana y se moría de contarle todo lo ocurrido con Danielle.

-¿Otra vez robando?

-¡Hey, solo probaba la calidad de ese pollo, a carne parecía hechada a perder!- respondió lamiendo sus patas para eliminar los restos de pollo -¿Y tú dónde estabas?

-Larga historia

-Pues me la cuentas luego, ahora debo llevar este pincho de pollo a la hámster.

-¡¿No me digas que ya dió a luz?!

-5 gatitos, por suerte no sacaron nada de kookie o chuwy lo mata

-Eso le pasa a la hámster por gata ¿Cómo se le ocurre salir de su casa en celo? El pobre Kookie solo no pudo resistirse al olor

-¿Si claro, como hizo con Rosie, no?. Kookie es muy puto, gracias a dios que tú y yo hemos pasado el celo en casa. Por cierto, Yun no deja de maullar en el tejado, me tiene harta, te dije que no era buena idea marcar el árbol teniendo celo.

-¡Estaba orinandome! Además sabes que Yun me agrada...

-¿Tanto como para dejar que te preñe?

Eri no respondió, no sabía la respuesta a esa pregunta, sin embargo a su mente llegó la imagen de un montón de gatitos rubios de ojos color miel y aroma a vainilla.

-Bueno, no me molestaría tener unos cuantos aunque descarto esa posibilidad, pero la adopción siempre es una opción

-Nini, la familia Kang te botaría a patadas si te preñas al gato del vecino, y creo que ocurriría lo mismo si adoptas. Además, ¿qué caso tiene? Yo no querría perder mi figura por un par de crías

-Lo sé, tu prefieres perderla por el pollo-
ironizó su hermana rodando los ojos

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Eri se esponjó al ver los pequeños gatitos que se alimentaban de la hámster. Una peluda Bobtail japonés. Está sin embargo gruñía en advertencia para que nadie se acercara a sus pequeños

Me enamoré de mi gata ••Daerin♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora