¿Celos?

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-¡Minji, ya te lo dije, estoy bien!

-De eso nada Danielle, te conozco. Iré está tarde, ¡Sin peros! Ah y tenme la cena lista

Danielle rodó los ojos colgando la llamada. Su amiga tenía días insistiendo en el asunto; Minji era su mejor amiga y confidente pero aún no tenía intenciones de hablar de la reciente ruptura. Tomó su termo de agua y le dió un sorbo, después de bailar quedaba realmente agotada, pero amaba los resultados

-¡Eso fué exelente señorita Marsh! Cómo siempre!

Danielle sonrió a su asistente y asintió mientras secaba el sudor de su frente y volvía a ponerse su polera.

-Gracias Lia, me gusta practicar yo misma la coreografía para incentivar a los chicos

-Y ha funcionado bastante bien señorita Marsh, Chaeryeong asegura que los chicos están muy animados gracias a sus apariciones en los ensayos

-Me alegra oír eso, y por favor, ya te he dicho que puedes llamarme Danielle

Las mejillas de la nombrada se enrojecieron al instante. Danielle miró la hora y se despidió de la chica, ser la CEO de su compañía era su sueño, Marsh's Dance había sido su mayor logro, desde siempre su pasión fue bailar y después de mudarse a Seul consiguió montar una pequeña agencia de baile que poco a poco iba dando sus frutos.

Después de comprar un par de cosas decidió ponerse en marcha a su hogar, si quería que la comida estuviera lista antes de que llegara Minji, debía empezar cuánto antes.

-Oh dios, solo espero que Eri no haya matado a Beom- la idea de dejarlos solos le preocupaba. Había pasado una semana desde que Danielle consiguió a la pequeña ragdoll en el parque y desde entonces ha tenido que mantenerlos distanciados para evitar otra agresión de parte de la felina.

-Quizá con Minji esté mejor- dijo para si misma sin apartar la mirada del camino

Lo cierto era que en esa semana se había encariñado de la minina, y sin darse cuenta ya había abarcado frente a una tienda de mascotas. La campanilla sonó al entrar. Pasó de largo por la zona de juguetes y se percató en los bozales

-¿deberia llevar uno de esos?

-Buenas tardes señorita, se le ofrece algo?

-Buenas, pues eso creo...- se rasca el cuello con nerviosismo -Verá, tengo una nueva gatita y pensé que quizás un juguete la ayudaría a relajarse un poco

-¡Por supuesto, fué la mejor elección, le enseñaré justo lo que necesita!

[ 🐱 ]

-¡Beom, Eri, ya estoy en casa!- Cerró la puerta con el pie y con dificultad dejó las bolsas en el mesón, dejando salir un suspiro -No vuelvo a dejarme influenciar por una vendedora- se reprochó viendo todo lo comprado. Al poco tiempo vió una bola de pelos correr a su dirección y sonrió -¡Hey, Eri! ya quisiera que el flojo de Beom me recibiera así- comentó al verla restregandose con su pierna. La felina la había estado recibiendo de ese modo afectuoso cada vez que volvía del trabajo -¿O es que ya sabes que todo esto es para tí?- sonrió y dejó los juguetes en el suelo, se había encargado (con influencia de la vendedora) de añadir a sus compras un porta mascotas, un plato de comida y un peine.

-Espero que te guste, técnicamente fuí persuadida para comprar todo esto

El resto de la tarde se dedicó a preparar la comida, su amiga era la más glotona que conocía.

-Lo juro, Minji ama todo lo que sea comestible- dijo mirando a la gata mientras metía pollo en el horno -su pasión es comer mi padre adora cuando la llevo a casa, nunca dice que no a una de sus comidas

El padre de Danielle era uno de los mejores chefs de Australia, cosa que no heredó la castaña ni de lejos.

-¡Mierda!- Danielle abanicaba con la mano el pollo chamuscado mientras que con la otra sujetaba bien la toalla que envolvía su cuerpo, se había ido a bañar y en el proceso había olvidado por completo la cena -Ahora sabes mi oscuro secreto Eri, por esa razón aún no me caso, mi esposa moriría de hambre o en el peor de los casos intoxicada por uno de mis platillos- bromeó mientras tecleaba en su móvil y se lo pegaba a su mejilla -por suerte existe el servicio a domicilio

Después de rato la australiana ya tenía la comida china y terminaba de secar su pelo con una toalla. El sonido del timbre le indicó la llegada de la australiana y se apresuró a abrir.

-¡Hey, Dani!

-¡Hola hermosa!

Ambas castañas se juntaron en un abrazo y caminaron hasta el sofá

-Primero, lo primero...

-Ya se, ya se, voy por ti comida- intervino Danielle poniéndose de pie con los ojos en blanco

Al volver dejó todo en la mesa y Minji no tardó en devorar todo a su paso, todo bajo la atenta mirada de la castaña.

-Bueno, ¿Cómo estás?- preguntó después de tragar

-Yo... no se como me siento. Me dolió pero más el hecho de que haya sido Jiwoo

-Oh Dani, cariño, yo...

Pero no pudo terminar, Minji se obligó a tomar distancia ella cuando la felina se lanzó sobre la coreana, dejando aruños y mordidas.

-¡Eri, déjala!- Danielle intentó quitarla sin mucho éxito, vió como Beom quien hasta entonces estaba en uno de los taburetes, huyó hacia al pasillo -Cobarde...

-¡Danielle, quitamelo!

-¡Eri, Minji es una amiga, detente!

Y con eso consiguió la atención del animal quien de inmediato dejó de agredir a la coreana, Eri la miró desde su regazo y en un elegante movimiento se cambió al regazo de la castaña, quien la recibió gustosa

-¿Que demonios...?

-Min, ella es Eri, mi nueva inquilina

Minji miró a la chica y luego a la gata sin salir de su estado de shock anterior. Danielle al ver que su amiga no hablaba decidió continuar

-¿Puede quedarse en tu casa?

Ambas, gata y chica miraron a Danielle con intensidad

-¿Te volviste loca verdad?

-¿Que tiene de loco?

-Danielle, ese animal acaba de lanzarse encima de mi ¿Y tú me pides que la lleve conmigo a casa? ¡Eso es una locura!- miró a la gata en las piernas de su amiga -Además es evidente que está cómoda contigo

Danielle acarició la cabeza de la gata y está comenzó a ronronear complacida

-También me agradas bola de pelos- jugueteó la castaña sin dejar de acariciarla -Pero no se lleva bien con Beom- está vez se dirijió a su amiga

Minji hizo una mueca al ver el aruño en su mano y luego miró a su amiga confundida

-¿Beom no la quiere en casa?

-De hecho, creo que es ella quien lo rechaza

-Bueno, eso lo explica todo

-¿A qué te refieres?

-No le gusta que otro se robe tu atención- explicó distraída al limpiar los restos de sangre de la mordida en su dedo -Está celosa

-¿Celosa?

-Celosa- afirmó con seguridad -Te quiere para ella, y no planea compartirte, así que supongo que el pobre Beom tendrá que seguir huyendo

Danielle observó a la gata dormida en su regazo. ¿Cómo esa gata podía ser tan afectuosa con ella y tan agresiva con los demás?. Lo pensó un momento, no quería que volviera a la calle, vió el dije en su pecho y supo que hacer.

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Perdón por no subir el capítulo de ayer

Gracias por leer♡

Me enamoré de mi gata ••Daerin♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora