Eri mala

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Eri se estiró en la cama soltando un quejido gatuno. Hacía tres días desde que Minji se había llevado a Beom y ella se encontraba de lo más a gusto, la australiana le permitía dormir con ella y eso le encantaba.

Ronroneó frotando su pequeña nariz en la almohada, impregnandose de su olor natural lo que deleitaba al animal.

Después de revolcarse un rato más en aquella exquisita escencia decidió iniciar su mañana.

-¿Que habrá para comer?-
Dió un salto para bajar de la cama y caminó hasta la sala. La castaña dejaba ahí su comida antes de irse a trabajar.

Olfateó a su alrededor, todo en ese departamento olía a Danielle.

-¡Para que necesito menta de gato, esto es mejor que el catnip!- inhaló feliz y caminó hasta el comedero, ahí se encontraban sus croquetas en forma de pez y muslos de pollo, Eri arrugó la nariz con hastío -¿Encerio los humanos creen que nos gusta esta cosa fea? Cómo extraño los cenarios...

Miró en la mesa junto al estante y divisó una pecera. Su rabo bailoteo feliz mientras dejaba atrás las croquetas, sus ojos se enfocaron en ese par de peces.

-Que lindos y apetecibles pecesillos... ¿Cuál de ustedes será mi desayuno?- ronroneó de placer ante la idea de probar tal manjar, sus ojos se centraron en un bonito pez loro bastante apetecible, dejando para después al de color plateado -¡Bingo, tu serás el afortunado!

[ 😺 ]

-Y me invitó a salir, ¿Puedes creerlo?

-Minji, no me importa lo que ese loco haga, ¡Está loco!- Danielle cerró la puerta tras ella.

-Jisung no está loco, Danielle, solo tiene problemas de ansiedad

-Como digas- la australiana tiró las llaves en el mesón como siempre que llegaba -¡Eri, ya llegué!- gritó alegremente mientras dejaba su bolso también en el mesón.

-Te has encariñado de esa bestia, espero que tenga todas sus vacunas, el dedo se me puso del tamaño de una pata por su culpa

-No exageres, solo fué una mordidi...- fué silenciada por el grito de la coreana -¿Minji que te... ¡¡Oh dios, no Eri, déjala!!

La ragdoll mordía la pierna de Minji de arriba a abajo como si comiera una mazorca

-¡Danielle, quítame a esta bestia!

-¡Eri, cariño, ven aquí! -Danielle se había puesto de cuclillas para captar la atención del animal -¡Vamos linda, ven!- dió un par de palmadas y sonrió al ver cómo la felina obedecía a su llamado -Buena chica

-¿Buena chica? ¡Ese animal si está loco!

Danielle hizo un mojin y negó apretando a Eri con sus brazos

-No es cierto, es solo que no le agradas

Minji rodó los ojos y caminó cojeando hasta su lugar para evaluar la herida

-Como sea, mientras esa cosa esté aquí yo no...- hizo una pausa mirando a un punto fijo -¿Danielle, cambiaste a mis peces de pecera?

-¿Que? ¿Por qué querría hacer tal cosa? Ni si quiera tengo pecera de repuesto- respondió desde su habitación

Minji se acercó o a la pecera y en efecto no habían rastros de los peces

-¿Entonces dónde están Ni-ki y Jungwon?- preguntó rebuscando en la pecera con la mirada

-Pues en la pecera Min- Danielle, se asomo por el pasillo con el móvil en la oreja -¿la pizza de doble queso y anchoas, o cambiamos lo último por campiñones?

Minji no prestaba atención. En el suelo cerca de la mesa del sofá divisó algo de color naranja junto a eso otro de color plateado.

Se inclinó, tomandolo entre sus manos para evaluarlo y sus ojos se ampliaron al ver de qué se trataba. Soltó un grito y caminó en zancadas hasta la habitación de la chica de flequillo, quien seguía aún en el celular pidiendo su orden

-¡Ese animal se los comió!

-Disculpe, deme un segundo- apartó el móvil cubriendo el auricular para prestar atención a su amiga -¿Que cosa?

Minji abrió la palma de su mano donde se encontraban las aletas de sus dos peces

-¡¡Tu maldita gata se los comió!!

Danielle abrió la boca sorprendida pero luego negó.

-No creo, Eri no lo haría, ni siquiera ha tocado su comida está mañana, creo que anda mal del estómago

-¡¡Obvio que no comió la estúpida comida para gatos por qué ya se había tragado mis peces!!- Minji lloriqueó -Mis bebes...¡Ese mounstro se comió a mis bebés!

Danielle tragó en seco, Eri ni siquiera parecía interesada en la conversación, se encontraba bastante cómoda durmiendo panza arriba en la almohada de la castaña

-¡Ok, descarta las anchoas, champiñones será!

[ 😾 ]

La australiana suspiró dejándose caer en su cama.

Había pasado el resto de la tarde consolando a su amiga por la muerte de sus peces. ¿Quien pasa su sábado en la tarde así?. Al parecer solo yo.

Miró a la izquierda, Eri la observaba tristona con las orejas caídas.

-¡No te servirá en truquito del gato con botas, lo que hiciste estuvo mal, Eri mala!- la gata intento acercarse, pero la castaña se lo impidió -Lo siento Eri pero has sido mala

¿Lo había sido? La australiana la tomó entre sus brazos y la dejó en el pasillo con algo de dificultad, le rompía el corazón verla tristona

Esa noche Eri tendría que aprender la lección. Cerró la puerta de su habitación y se acostó con una extraña sensación. ¿Había tomado una buena decisión?

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Fueron dos en un día, tal vez suba un tercero (no prometo nada)

♡Gracias por leer♡

Me enamoré de mi gata ••Daerin♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora