Capítulo 1

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"Mis manos están congeladas y el único lugar al cual suelo recurrir es a este, al menos el café que preparan es... pasable"

Wednesday se hallaba en el Veleta una vez más, todas las mañanas se levantaba temprano para ir y beber un poco del café amargo que tanto amaba y que era lo único reconfortante en su miserable vida.

Después de salir de Nevermore, cada uno de sus compañeros hizo su vida excepto ella que parecía haberse quedado estancada en el pasado. Se aferraba a los recuerdos de cierta chica que la hizo vivir tantos momentos mágicos que ahora habían desaparecido.

— Aquí tienes. —un chico de cabello castaño se acercó hasta la mesa en donde se encontraba la morena, dejándole una taza de café caliente junto a unas galletas— las galletas las invita la casa, osea yo.

— Supongo que gracias. —respondió Wednesday bebiendo un poco del líquido caliente y llevándose a la boca una de esas galletas de chocolate que Tyler le había obsequiado.

— ¿Y cómo va todo? Vamos cuéntame algo, siempre vienes aquí y no me cuentas nada.

— ¿Qué quieres que te cuente exactamente?

— ¿Cómo fue tu salida de Nevermore? ¿Qué tal la graduación?

— No quiero hablar de eso.

— ¿Por qué?

— ¿Por qué haces tantas preguntas?

— ¿Y tú por qué no puedes responderme?

Wednesday suspiró llevándose las manos a la cara, el recuerdo de aquel último día la destrozaba por completo. Era el adiós definitivo, el adiós que se tuvo que dar con su roomie de la cual se había enamorado perdidamente.

— Veo que no me darás respuestas. —Tyler decidió marcharse, conocía perfectamente a la pelinegra y sabía que lo mejor era dejarla sola, sola con esos pensamientos que la abrumaban. Él quería ayudarla, lo había intentado pero se cansó al darse cuenta que Wednesday no daría su brazo a torcer.

La pelinegra sintió como el viento entraba por una de las ventanas, la temperatura se había bajado y su cuerpo empezó a temblar, era mejor ir casa. Fue sacando el dinero de su cartera para luego dejarlo en la mesa con un poco de propina para su amigo, su jefe le quitaba casi todo su sueldo.

Salió de la cafetería llevando sus manos a sus bolsillos, notando como algunas personas ahora entraban al Veleta con amigos o con sus parejas, pensó en que sus padres la matarían si llegaban a enterarse que anduvo fuera de casa sin ni siquiera pedir permiso.

Pasó por una tienda de ropa vintage, solo por pura curiosidad decidió entrar al notar en la vitrina un cardigan que se le hacía familiar.

— Es el cardigan que tanto querías, prometí que algún día te lo compraría pero, ¿Qué caso tiene ahora? ¿Qué sentido tiene? Solo soy un recuerdo que estoy segura que desear borrar de tu mente.






























































Nota del autor:

Empezamos fuerte D:, bueno este es el comienzo chicxs veremos como nos va en el siguiente capítulo, los tqm y gracias por darle una oportunidad a esta historia! 💗

August - wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora