Inesperadas Conexiones

Latidos Compartidos

La preocupación en los ojos de Doraemon y Dorami era palpable mientras se mantenían vigilantes junto a sus amigos heridos, dispuestos a hacer lo que fuera necesario para asegurar su recuperación. Dekisugi fue el primero en recobrar la conciencia después de un día de descanso. Aunque su cuerpo aún resentía el estrés de la batalla, una oleada de alivio llenó su corazón al darse cuenta de que habían sobrevivido y de que Nobita estaba a salvo. Sin embargo, su mente estaba completamente centrada en su amigo, y la pregunta de cuándo despertaría Nobita no dejaba de rondar en sus pensamientos.

Los minutos se fundieron en horas, y el tiempo parecía un concepto abstracto mientras Dekisugi permanecía en silencio junto a la cama de Nobita. Buscaba formas de mantener la esperanza viva mientras lidiaba con la incertidumbre del estado de su amigo. A medida que los días pasaban, Dekisugi compartía recuerdos y anécdotas de los momentos que habían compartido, esperando que estas historias mantuvieran viva la conexión de Nobita con la realidad.

Finalmente, en el quinto día desde la batalla, Dekisugi percibió un cambio sutil en la figura de Nobita. Los movimientos eran leves al principio, como si estuviera emergiendo de un sueño profundo. Un sentimiento de emoción se apoderó del corazón de Dekisugi mientras lo observaba con cariño y reposaba su cabeza en la cama de Nobita, quien parecía estar casi en un estado de somnolencia.

Nobita comenzó a pestañear con lentitud, como si luchara contra la somnolencia. Sus ojos se abrieron gradualmente, revelando un brillo tenue. Sus ojos se encontraron con un Dekisugi que parecía estar al borde del sueño, y no pudo evitar que una sonrisa débil apareciera en su rostro.

"Dekisugi se ve tan lindo y tierno", susurró Nobita para sí mismo, sintiendo su corazón latir un poco más rápido ante la cercanía de su amigo.

Dekisugi, despertando de su propio estado somnoliento, alzó su mirada y se encontró con un Nobita sonrojado. La sonrisa de Dekisugi fue instantánea y llena de cariño. "No puedo creer que finalmente estés despierto, Nobita. ¿Cómo te sientes?"

Nobita, todavía mostrando signos de confusión, intentó procesar lo que estaba sucediendo. "¿Cuánto tiempo ha pasado?"

Dekisugi compartió pacientemente que habían transcurrido cinco días desde que Nobita se desmayó. Nobita pareció sorprendido por la duración de su inconsciencia, pero su atención estaba firmemente centrada en su amigo y en la conexión que habían compartido.

"Dekisugi, ¿cómo estás? ¿Tú estás a salvo?" preguntó Nobita con un tono cargado de preocupación genuina, sin darse cuenta de que sus propios sentimientos también estaban comenzando a surgir.

Dekisugi sonrió, conmovido por la preocupación de Nobita. "Estoy bien, Nobita. Pero ahora lo importante es tu recuperación. No te preocupes por mí."

Nobita asintió, agradecido por la respuesta de Dekisugi. Sin embargo, mientras lo escuchaba relatar los detalles de los días que habían pasado, una sensación cálida comenzó a expandirse en su pecho. Recordó la forma en que Dekisugi había estado a su lado, cuidándolo y compartiendo historias para mantenerlo conectado con la realidad. Y en medio de ese cúmulo de emociones, Nobita comenzó a darse cuenta de algo que había estado creciendo en su corazón.

Dekisugi estaba luchando por mantenerse despierto mientras compartía su relato, y en un momento de impulso, Nobita decidió hacer algo inesperado. Con cuidado y ternura, se movió un poco en la cama para hacer espacio para Dekisugi. "¿Por qué no vienes y te sientas aquí? Quiero escuchar más detalles y me siento más cómodo si estamos juntos", dijo Nobita con una sonrisa suave, dejando entrever sus propios sentimientos confusos.

Dekisugi, sorprendido y con el corazón latiendo más rápido, aceptó la invitación y se acomodó en la cama junto a Nobita. La cercanía entre ellos parecía llenar el espacio con una energía diferente, y ambos se encontraban sumidos en la profundidad de sus emociones.

A medida que pasaba el tiempo, el agotamiento finalmente comenzó a afectar a Dekisugi. Sus palabras se volvieron más lentas y su mirada se volvió soñolienta. Sin darse cuenta, su cabeza se inclinó ligeramente y descansó en el hombro de Nobita. Nobita, sintiendo el peso suave de la cabeza de Dekisugi sobre su hombro, lo miró con cariño y ternura. Le sonrió suavemente. "Descansa, Dekisugi. Te lo has ganado."

Dekisugi asintió con somnolencia, permitiéndose rendirse ante el cansancio. Cerró los ojos mientras se apoyaba en Nobita, sus palabras quedando como un susurro apenas audible.

"Gracias por estar bien, Nobita. No sabes cuánto me alegra verte despierto."

Las palabras de Dekisugi tomaron a Nobita por sorpresa. Un escalofrío recorrió su espalda mientras escuchaba las confesiones sinceras de su amigo. Miró a Dekisugi dormir pacíficamente, sintiendo un nudo en su garganta por la profundidad de los sentimientos compartidos.

A medida que la sonrisa se formaba en el rostro de Nobita, sus pensamientos se desvanecieron lentamente, y la fatiga finalmente lo alcanzó, llevándolo de regreso al mundo de los sueños.