Ratas

Capítulo 1-Daniela

12/1/2038-Nivel Inferior

—Hace algunos años, antes de que ustedes nacieran, el mundo era totalmente diferente... las personas vivían en armonía y aunque de vez en cuándo habían problemas, el gobierno los resolvía la mayoría de las veces.

Uno de los alumnos levantó la mano con la intención de hacer una pregunta, el chico no pasaba de los once años y tenía un aspecto bastante demacrado.

—¿Si Timmy?—las palabras de la profesora Daniela siempre tenían ese tono suave y dulce que hacía agradable el estudiar allí debajo.

—¿También habían infectados?— todo el salón notó cómo el pequeño se encogió de hombros, como si se hubiera arrepentido al instante en que hizo la pregunta.

La profesora, sin embargo, sonrió ante el comentario y se acercó al pequeño.

—No Timmy, no habían infectados... bueno habían otras enfermedades pero nada como esto. El mundo era un lugar maravilloso, pero no nos dimos cuenta hasta que todo se vino abajo.

El tono de Daniela ahora había cambiado, sonaba nostálgica y tenía motivos para hacerlo.

Solía ser profesora de enseñanza especial antes del primer brote, solo imaginen lo que una simple profesora sintió al ver que el mundo se había ido a la mierda.

—¿Y de dónde vienen los infectados profesora?—cuestionó Laura, otra pequeña alumna de unos doce años, tenía cabello rubio y unos ojos azules que podrían hipnotizar a cualquiera que la mirara por el tiempo suficiente.

Daniela volvió a su puesto frente al salón y sacó un par de fotografías de su gabinete, en las fotografías aparecían ratas de diferentes tamaños.

—Pásalas a tus compañeros cuándo termines de verlas.—le entregó las fotografías a los alumnos de la primera mesa y continuó.
—No sabemos con exactitud de dónde vinieron, o dónde apareció la infección por primera vez, pero se cree que la enfermedad fue propagada por las ratas, esos animales que ven en las imágenes. Si alguna vez ven alguna...

Unos pasos firmes hicieron eco en el pasillo contiguo al salón de clases, mismos que continuaron hasta llegar a la puerta y para sorpresa de Daniela se trataba de Chris, uno de sus mejores amigos.

—Bueno niños, es todo por hoy, vayan a sus cubículos y díganle a sus padres todo lo que aprendieron.

Un rato más tarde, Chris se encontraba en el cubículo de Daniela, conversando con ella. Hacía mucho tiempo que no se veían, bueno, para ellos mucho tiempo significaba un par de días.

—Y bien pequeño idiota, ¿porqué tanto tiempo sin venir a verme?—Daniela intentaba lucir molesta, pero le resultaba imposible mantener esa pantalla con su amigo.

—Oye, lo siento, sabes que vengo cada vez que puedo. Los de la patrulla me re-asignaron. Estoy un par de pisos arriba.

—¡Eso es una buena noticia! Aunque ahora nos veremos mucho menos...— Chris tomó la mano de su amiga en cuánto ésta terminó la frase y le regaló una sonrisa.

—Bueno bueno, basta de llorar...—el tono de Daniela parecía recuperarse— ¿Has sabido algo de él?

Chris apartó la mirada y se sirvió un trago de whisky que había robado de las bodegas, para luego beberlo de un solo sorbo.

—Nada, ni siquiera aparece en las cámaras del exterior, aunque tampoco es que hayan muchas que aún funcionen...

—Tenemos que encontrarlo, sabes cómo es él, no puede haber desaparecido sin más... ¿Conseguiste lo que te pedí?