Nieve

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"Convertiste mi mundo gris en uno de colores"

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El violín tan viejo como los ancianos, pero tan funcional como un joven fuerte y sano, dispuesto a dar lo mejor para que sus melodías sean las mejores que alguna vez alguien pudo escuchar en su vida.

La nieve caía, la hermosa nieve aparecía, la nieve tan blanca como la nube que permanece intacta en el cielo, con tan solo un roze está se quebraba, tan frágil y delicada era intocable si querías admirarla, solo mirar sin tocarla, solo mirar sin tocar...

Sin importar la nieve que caía sobre su saco y cabello, no dejaba de tocar el violín viejo, sin importar la gente que lo mirara, sin importar los halagos que le daban, sin importar el dinero que ganaba, sin importar absolutamente nada... Se sentía extraño no era malo solo que, era confuso... La tarde en la que su mano se soltó de la de aquel joven se quedó un vacío que no ponía llenar, y un calor que se volvió frío, e imposible de quitar esa sensación de quemadura.

Los aplausos lo trajeron a la realidad, sus ojos lucían más cansados de lo normal pero más tristes de lo habitual, imagino entre toda esa gente común a el pintor levantando la mano y sonriéndole, ardió más donde el calor se volvió frío, río seco desvaneciendo el recuerdo cálido de su mente.

El abrigo a un guarda el olor del joven pintor que embriagaba al mestizo, apreta fuerte sus brazos como si tratara de abrazar el abrigo tan aferradamente, como si no quisiera que ese aroma se esfumara, se desplomó en el suelo su cara ya hacía en sus rodillas, miles de sentimientos nuevos golpeaban con gran fervor su débil y roto corazón.

Limpio la pequeña lágrima que salió de su mejilla las sensaciones revueltas le afectaban, se sentía débil sin ganas de continuar su camino, quedó mirando a la nada, mirando la nieve caer, cada copo de nieve que caía con lentitud, cada pájaro que que pasaba, cada sonido que escuchaba, nada tenía sentido. Antes solo ignoraba el resto del mundo jamás le importa lo que en su al rededor pasaba, y ahora que ese chico llegó diciéndole que el era lo más hermoso que avía an visto sus ojos una eléctrica sensación recorrió todo su ser, cuando el apareció el mundo tomo color... Pero ahora que no está este mismo se torno gris...

Se encontraba solo sentado en el suelo perdido en su tristeza, sabía que eso no estaba bien, que sentir todo eso estaba mal, una tormenta de confusión y problemas se aproximaba, mentiría si dijera que no quería ver de nuevo al pintor pero era lo contrario, quería volverse a encontrar con el de manera espontánea y terminar haciendo algo juntos como la última vez que terminó en su casa, tal vez solo fue una única noche en la cual todo fue sin planearlo, la única noche en la que se sintió amado...

Al viento helado le cuenta sus penas y le pide que el vuelva, que vuelva aparecer llevándose sus penas, tomando su mano donde a un guarda su tacto.




Un triste amor....

El pintorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora