"Una belleza poco común en un mundo lleno de horror"
Ver a artista callejeros es tan normal y aveces molesto para las personas que simplemente los toman como un simple vagabundo pidiendo limosna de una manera "ridícula".
Son pocos los que aprecian el arte callejero y se detienen a ver a esos artistas que tienen un gran talento pero nacieron en el lugar equivocado.
_____
El mismo chico perdido exploraba dichoso sitio, su manera de hablar, expresar, actuar y de vestir llamo la atención de la gente ya que no parecía ser alemán ni nada relación con ello.
En sus manos cargaba un portafolio de gran tamaño y en la otra un caballete, buscaba donde poder descansar y poder atrapar algo de inspiración para su obra maestra.
Su gran divertida aventura fue interrumpida por una hermosa melodía que lo atrapó, sintió un placer auditivo que fue imposible ignoran quien tocaba tan divina pieza, siguió en sonido pasando por una gran multitud de personas quienes parecían maravillados por la melodía. Logró pasar sobre la multitud, cada vez el sonido de aquel violín sonaba más fuerte que en su interior sintió algo vibrar.
Sus ojos se mantuvieron fijos y muy abiertos, su boca entre abierta, sus las manos parecían temblarle por la sensación que corría por su ser, en su mentó solo pensaba. -- oh! ¡Que belleza fuera de este lugar!-- respiro con difícil y decidió ver desde un lugar un poco más desolado.
_______
La melodía que emitía el violín atraía a la gente, así mismo como, el canto de una sirena. Era tan atrayente. La agilidad de el hombre para tocar grandiosas melodías enamoraba a todo quien lo oyera tocar.
Unos ojos dorados como el mismo oro, ojeras que remarcaban com un delineador, su cabello negro, con unos tonos azulados por la luz, poco alborotado y a la vista bien cuidado. Una expresión seria, tez mestiza y unos tatuajes llamativos.
Solía tocar en callejones esperando calidad de algunos. Su pasión por tocar el violín logro que muchos se detuvieran a oírlo, tomaba con delicadeza el arco moviéndole a su ritmo sobre su violín viejo. Se movía al ritmo, sintiendo que su vida dependiera de ello, cerro los ojos y se dejó llevar por sus instintos.
Entro donde no avía nadie solamente el tocando su preciado violín al ritmo de la soledad, todos quedaron perplejos por la manera en la que movía el arco, este seguía dejándose llevar para cuándo dio el último volteó su cabeza en dirección al violín dando un ángulo perfecto a su perfil tan atractivo y esto fue ¡perfección! Absoluta.
_______
Corrió lo más rápido que pudo antes de que el hombre cambiará de posición. Quería capturar esa perfecta imagen, de esa "belleza poco común" una gran inspiración golpeó su lado artístico, acomodo su caballete, abrió el gran portafolio que llevaba sacando un lienzo, lo coloco en el caballete y con un pincel comenzó a trazar varias lineas.
Al principio no llamaba la atención pero, poco a poco que su arte fue tomando forma la gente no dudo en contemplar al pintor que observaba al músico.
En su mano sostenía su godete, mezclaba colores para crear uno nuevo.Delineaba con una precisión exacta, sostenía un pincel en su boca detallaba hasta lo más insignificante, su concentración en ese momento no podía ser interrumpida.
El violinista se dio cuenta de ese joven pintor que no despegaba su mirar de aquel inmenso lienzo, su mano se movía tan rápido las personas hablaban de lo que increíble que era pintando, su arte parecía más una fotografía que una simple pintura.
Al terminar el chico soltó una risa alegre, los demás pegaron un grito por el realismo de su obra y más cuando esté chico en menos de una hora pinto ala perfección la cara de el violinista!.
Tanto como el violinista y el pintor terminaron su gran arte y espectáculo, ambos recibieron aplausos de todas las personas, que fueron ignoradas por el violinista.
Este se acercó a paso lento a el pintor, viéndolo más de cerna noto que no era Alemania si no un extranjero, su cabello tan desordenado y negro al igual que sus ojos, una sicatriz en uno de ellos, piel blanca y una sonrisa extrañamente familiar.Miro el lienzo asombrado, era el con su violín de un costado.
--que asombroso...-- pensó. Avanzo un poco más dando la vuelva para quedar atrás de él pintor notando en la parte inferior de la pintura un escrito que parecía ser inglés "a rare beauty", soltó una risilla silenciosa por lo que decía ahí.--¿Te gusta pintar a desconocidos?-- se inclino un poco para ver más de cerca el rostro ajeno.
El joven pintor se sintió nervioso, y no era por la pregunta si no, por esa voz grave y única. --No--respondio. --Pinte una belleza, que es difícil de encontrar en este mundo.-- volteo su rostro con suavidad encontrandose con la cara de el violinista, esos ojos dorados conectaron con sus ojos negros como la noche más vacía.
El violinista aprecio la belleza extrajera que tenía en frente, parecía ser un niño en busca de aventuras, sin saber que pasaría en su futuro.
-- ¿Belleza? -- inclino una ceja y algo dudoso pregunto.
-- ¿Te parezco una belleza poco común? ---- Tu belleza es única, me encanta-- El chico río. El mayor se levantó algo apenado por las palabras de ese chico, era la primera vez que le pasaba algo así.
--¿Y que haces por estos barrios?-- cambio la conversación. -- Un extranjero por aquí es un animal exótico para está gente que desconoce el exterior de este pais.-- dijo en busca de respuestas.
-- Me parece hermosa está ciudad y plasmarla en el lienzo sería increíble, ¡Estoy facinado por eso!-- alzó los brazos eufórica mente.
El violinista quedó sin respuesta, es se chico era muy diferente y se preguntaba internamente si los demás extranjeros eran así. Sin mas sonrió por último vez al extranjero y decidió irse.
El pintor al ver eso lanzo una última pregunta. -- ¿Nos volveremos aver?-- Apretó su chaqueta mirando a ese hombre deteniéndose lentamente.
--Ni si quiera me conoces y quieres que nos volvamos aver?-- dijo con gracia.
--¡Oh!-- lo único que salió de la boca de el pintor. --Mi nombre es Luffy, me gustaría verte de nuevo!-- dio pequeños saltos y sonrió mostrando sus dientes.
-- Si quieres verme búscame en la noche más sola y fría-- volteó y siguió caminado hasta desaparecer entre las personas.
No dijo nada. Pensó. Admiro su hermosa pintura y acaricio levemente sin mancharla.
Miro al cielo contemplando las nubes que se podían ver un poco.
Le gusta el clima frío, la extraña belleza y sobre todo el chico de ojos dorados que lo cautivo con su melodía tan perfecta y esos ojos dorados.
ESTÁS LEYENDO
El pintor
RomanceUn viaje que cambiará la vida de el joven pintor, enamorandose de una belleza poco común, guardando sus sentimientos en cada cuadro.