Leyenda del bosque

004. Corazón roto

Tokio, Japón
Año 1755

El otoño estaba cerca de comenzar, las hojas de a poco dejaban de ser verdes y otras estaban cerca de caer.

Un chico corría ocultando su rostro con su cabello que llegaba hasta sus hombros, la gente lo miraba extraño ¿Escapaba de alguien?... Nadie sabía y tampoco era algo que les importara.

Dejó de correr al llegar a un árbol que se encontraba cerca de la entrada del bosque, al asegurarse que nadie lo estaba mirando, acomodó su cabello revelando el porque ocultaba su rostro, sus ojos negros estaban rojos al resistir sus ganas de llorar, pero al encontrarse solo, apoyó su cabeza en el tronco del árbol y liberó todo lo que estaba sintiendo, lloró como nunca lo había imaginado y soltaba maldiciones.

—¿Por qué? ¡¿Por qué me haces esto?! ¡Eres un maldito estúpido Kazutora! —gritó cayendo de rodillas al suelo.

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Horas antes, el chico de cabello negro y largo entró a una tienda por un encargo de su madre, y de paso comprar algo en especial que había visto en la tienda.

—Hola Shinichiro —saludó al joven que acomodaba el inventario de su tienda.

—Hola Keisuke ¿Vienes por el pedido de tu madre? —le devolvió el saludo el mayor.

—Si, también vengo por algo que me gustó cuando vine por última vez aquí.

—Esta bien, buscalo mientras voy por lo de tu madre —dijo mientras iba hacia la entrada que conectaba la tienda y el hogar de Shinichiro.

El joven fue donde había visto una figura de tigre, para su sorpresa no se estaba ahí. Buscó en otros lugares y para su mala suerte no estaba ¿Alguien lo había comprado?

Unos minutos después, Shinichiro regresó con un jarrón, caminaba con mucho cuidado de que no se cayera.

—Será mejor que tengas cuidado con esto, no lo vayas a romper como lo hiciste con el otro y el material no es barato.

—... ¿Te lo contó? —preguntó apartando la mirada para que no viera la cara de vergüenza que tenía.

—El mismo día que me pidió el jarrón, se notaba que estaba molesta contigo —respondió riendo un poco. —Cambiando de tema ¿Encontraste lo que buscabas?

—No, estoy buscando una figura de tigre.

—Oh, un poco antes de que llegaras, el hijo menor de Tachibana compró el último que quedaba.

Chasqueó la lengua molesto, quería sorprender a su amigo con una bonita figura de uno de sus animales favoritos, además de confesar sus sentimientos.

—Pero descuida, si gustas puedo hacer uno para ti Kei, aunque al tener otros pedidos voy a tardar unas dos semanas más o menos.

—... Da igual, no lo necesito ahora después de todo —aunque realmente lo consideró, prefirió declararse sin la figura, no quería esperar dos semanas para decirle la verdad.

Keisuke tomó con cuidado el jarrón y se despidió del hermano mayor de su amigo.

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Después de dejar el nuevo jarrón en su casa y de almorzar con su madre, salió para encontrarse con su amigo Kazutora, este le había dicho que tenía que decirle algo importante. Baji vió una buena oportunidad para decirle a su amigo sus sentimientos y aceptó, solo esperaba que no lo viera con asco por gustarle alguien del mismo sexo.