capitulo 15

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/ Rhaenys /


El barco se mecía de un lado a otro, las velas parecían estirarse con el rugir del viento, un centenar de barcos los seguían desde las distancia considerable, con las velas en altos bordados con oro un Sol con una lanza atravesándola, a la cabeza estaba la embarcación mas grande, con un mástil de casi doce metros ondeaba un dragón rojo de tres cabezas sobre un campo negro, el símbolo de la casa Targaryen y la casa Martell navegaban juntos en fila.

El sol calentaba la embarcación tanto que había días que los integrantes sentían que se asfixiaban, simplemente hacia mucho calor, habían navegado ya por casi un mes en mar abierto, por la borda se podía ver regularmente a un joven príncipe soltar su comida del día, algunos eran hombres y mujeres que nunca antes habían navegado y ahora estaban sufriendo las consecuencias de pasar todo ese tiempo en una embarcación.

Fueron pocas las veces que se toparon con los piratas u otras embarcaciones, se podría decir que el viaje fue relativamente tranquilo, pero entre mas se acercaban mas tenían que retroceder, noticias de que los piratas se reunían con algunos mercenarios en las vías marítimas para llegar la bahaí de esclavos los preocupo y decidieron cambiar de ruta y aterrizar de forma momentánea en Volantis.

Reunir información sobre la situación actual en Meereen y en las ciudades libres, en especial de la bahaí de esclavos, así las embarcaciones estaban a solo unas horas de pisar tierra firme, con el ocaso por llegar, pronto se vieron sobre el cielo brillar las estrellas, resplandecientes y el calor empezó a descender, ahora corrientes frías los azotaban, el chirriar de la madera hacia que el barco se meciera aun mas.

En el camarote principal se encontraba la princesa rhaenys quien estaba descansando sobre su lecho, con un libro en sus manos y su lanza a su costado de la cama, tenia una vela cerca para alumbrar mejor su libro y seguir con su lectura, el libro era sobre la lengua del Alto Valyrio, quien aun le costaba mucho aprenderlo, pues la única lengua que si podía manejar era la lengua antigua Ghis y la lengua común.

Rhaenys estaba vestida con unas prendas de seda casi traslucidas, comunes en este lado del mar y en Dorne, teñidas de un color amarillo cerca del color arena, con un broche de oro y una cadena de plata con forma de serpiente adornando su cuello y cabello, con cintas que asemejaban el oro enredadas en la tersas y delgadas piernas de la princesa, con calzado ligero y tacón corto, con una ropa interior nueva que a la princesa pronto le agrado.


" Parece que estas ciudades saben de estilo "


Pues era seda delegada y fina que solo cubría su pelvis y con cuerdas e hilo que la sujetaban de sus caderas, con seda solo cubriendo sus pechos que hacían nudo en su espalda, dejando ver sus senos y pezones, el esbelto y hermoso cuerpo de la princesa, ahora estaba un poco húmedo de sudor, con olor a vino de pera.

Leyendo se perdió de la noción del tiempo pues los golpes de su puerta la devolvieron a la realidad, permitió que pasaran y era una de sus doncellas que traían un poco de comida y vino, solo era una ligera merienda, pues eran un trozo de queso, con un racimo de uvas y moras, con unos gajos de naranja y semillas tostadas, ella salió mientras agachaba la cabeza, se levanto cerro el libro y tomo la copa estaba dispuesta a beber cuando entraron de nuevo de golpe asotanado la puerta de madera por completo.


- Grrr nunca mas vuelvas azotar la puerta, entendiste estrella oscura ? - siseo enojada rhaenys mirando los ojos lilas de Gerold.

Reyes, Locura y CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora