Total Interferencia | Charly García

Piano Bar

Las siguientes semanas de grabación pasaron rápidamente y fácilmente, aunque obviamente se presentaban un par de dificultades. A veces Alma se sentía estancada en algún tema, encontrándose perdida de como seguir, o que era lo que le faltaba. Probaba con diferentes melodías, ritmos, pequeños agregados y no encontraba que era lo que la dejaba dudando. Sin embargo, siempre llegaba Charly con alguna idea inmediata para llenar aquel hueco que Alma no había visto todavía. Se la pasaron un gran tiempo juntos, componiendo y produciendo, además de estar en la casa del otro en alguna que otra noche. La confianza entre ambos crecía, sin esfuerzo alguno. Se contaban las cosas en los momentos necesarios, sin bombardear al otro de información, se daban espacios para no asfixiarse. Alma ahora entendía en que momentos Charly quería hablar y en cuáles no, y también de que temas quería hablar y cuáles no. 

Hoy, si todo iba como lo habían planeado, Alma terminaría la última canción de su álbum.

"Solo un minuto de amor, solo un minuto de amor," Alma cantó con sentimiento aquella canción. "Si cada vez que estoy mirando el reloj... sé que va a amanecer, y el tiempo paso."

Alma cantaba con los ojos cerrados, intentando ignorar la mirada de los que estaban presentes aquella tarde. Desde el otro lado de la habitación, Charly, Willy y Fito la veían cantar con sus ojos enfocados profundamente en ella. Era la canción favorita de Charly, y se lamentaba de que Alma la haya compuesto para ser tan corta. Una canción con sintetizadores y suaves saxofones que acompañaban la voz de aquella mujer. Además, que al saber el contexto de la canción, Charly la veía desde otra perspectiva. Alma le enseño la letra, insegura de como instrumentarla, Charly le pregunto de qué se trataba, para así saber que sentimiento quería transmitir. Alma le contó, entre miradas avergonzadas y nerviosas muecas, que su padre había abandonado su familia cuando tenía tan solo diez años. 

"Vos tenés miedo del sol... yo tengo miedo de vos," Alma abrió sus ojos brevemente, conectándolos con los de Charly, "Si cada vez que estoy mirando el reloj...  Sé que va a amanecer, y el tiempo paso." Charly asintió con aprobación.

Era una canción muy corta, sin siquiera llegar a los dos minutos. Había quedado para el final, ya que Alma se sentía muy expuesta al cantarla, además de que cada vez que la practicaba en su intimidad, terminaba llorando. Pero hoy, con el apoyo de su pareja, pudo traer la canción al estudio y grabarla como corresponde. Alma movía su cabeza con la instrumental que iba esfumándose en sus oídos. Alma movió una de las almohadillas devuelta sobre su oreja. 

"¿Quedo bien?" Dijo, un nerviosismo haciéndose presente en su pecho.

"¡Obvio!" Dijo Charly, apretando el talkback.

"¡Ay!" Casi tira los auriculares, "Acordate que yo te escucho por los auriculares," Le dijo entre risas. 

"Te salió divina," Dijo con una sonrisa, "Mi canción favorita," Alma sintió sus cachetes sonrojarse. 

Alma miró a los otros dos muchachos, frunció su ceño cuando vio a Fito juntando sus cosas. 

"¡Fito!" El hombre de rulos giro con ojos saltones, "¿Qué te pareció?" Fito sonrió y se acercó al talkback con su mochila en el hombro.

"Excelente, es una canción hermosa," Fito le dijo con su tono cariñoso característico, "Que pena que es tan corta," Agrego.

"Lo mismo digo yo," Charly miro a Fito, "Pero bueno, Alma lo quiere así." Alzó sus cejas y dejo de apretar el talkback.

Alma revoleó sus ojos, y se encogió de hombros. Vio como el baterista decía algo y los otros dos se rieron, pero no lo podía escuchar desde el otro lado del vidrio.

"¿Qué dice?" Dijo cerca del micrófono Alma.

Charly tomo el micrófono del talkback, dirigiéndolo al joven sentado en uno de los sillones, apretando el botón.