Nuevos Trapos

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Fito y Alma fueron los primeros en llegar, Fito tenía su cuaderno con sus notas y Alma tenía el suyo con las letras. Le hubiera gustado tocar la guitarra en vez de hacer solo coros, a veces se aburría cuando Baglietto le decía que no toque en alguna canción. Quizás en un futuro le podría proponer ser la segunda guitarra a Garcia, pero no estaba segura de cuál sería la respuesta. Ambos miraron al representante de Charly hablando con un hombre que supusieron que era el sonidista. Los dos devolvieron la mirada, algo confundidos. Rápidamente, el sonidista le señalo a Páez los teclados y a Alma el micrófono adelante de los teclados. Fito se sentó delante de los teclados, con miedo a tocar algo que no debía. Giraba en la silla y esperaba a que el sonidista dijera algo. Alma terminó sentada delante de un pequeño piano que estaba a su lado izquierdo.

"¿Qué hora es?" Preguntó Fito a Alma. 

"Tres y media," Alma dijo luego de ver su reloj. 

Habían pasado diez minutos desde la hora de convocatoria y todavía eran los únicos allí. Justo cuando estaba por preguntarle al representante de Charly, el baterista, el guitarrista y el bajista cruzaron la puerta. Charly todavía no llegaba, pero supuso que no se tardaría más de diez minutos en llegar. Apoyo su cuaderno sobre el pequeño teclado frente a ella, y repasaba las letras. Estaba algo nerviosa, aunque no le tenía miedo al artista, era una personalidad intimidante. No quería hacerlo enojar, y tampoco quería perder esta gran oportunidad.

"¿Siempre llega tarde Charly?" Pregunto, viendo que ya eran las tres y cuarenta y cinco.

"A menudo llega media hora tarde," Dijo el bajista. "Por eso nunca venimos a la hora que nos dicen."

¿Están jodiendo?, Pensó, pero no se atrevió a decir.

Saco una birome y empezó a dibujar en su cuaderno, aburrida y algo molesta ahora. No era algo que le apasionara, pero siempre le dijeron que era buena dibujando. Miro a Fito, con su cara de aburrimiento total y nervios a la vez. Giraba en el banquito y miraba el teclado con tentación. Alma sonrió y decidió dibujar al joven con un trazo desprolijo. Lo dibujo desde la cadera hacia arriba, ya que el resto lo tapaban los teclados. Fito era fácil de dibujar, tenía rasgos que se podían reconocer desde lo lejos. Su nariz y los rulos lo delataban entre cualquier multitud, además de su estatura. Empezó por la cabeza, llenándola de rulos y agregando la nariz, para después agregar las demás facciones. Estaba dibujando el torso cuando escucho una puerta abriéndose detrás de ella. Giro su cabeza y vio a Charly mirándola con una mirada algo extraña.

Miro el cuaderno y de nuevo a Alma, "Estás en mi lugar, rosarina." 

Alma, tenía ganas de mandarlo a cagar, o responderle algo del tipo 'y yo acaso soy adivina porteño engreído?' Pero se contuvo, asintiendo, cerrando el cuaderno y levantándose para ir al micrófono.

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"Ehhh," Charly toco una melodía improvisada en el pequeño teclado. "Quiero ver como anda Ojos de Video Tape." Demandó.

Alma giro hacia Páez, que estaba mordiéndose los labios de los nervios de empezar la canción él solo. Esta le sonrió al joven, intentando transmitirle confianza. El rosarino miró devuelta sus manos y empezó con la suave y hermosa melodía. 

"Empezá conmigo rosarina," Le aviso Charly, haciendo que la misma se gire. "Y mirame a mí cuando ensayamos."

Alma quedó algo extrañada con la segunda demanda, pero dejo la sensación de lado y se concentró en entrar a tiempo. 

"No tengo agua caliente en el calefón," Miro a Charly cantar en falsete. "No tengo que escribir canciones de amor" Sus voces se mezclaron de una manera hermosa. "¿No ves... que espero resucitar? Mientras miras esos ojos de videotape."

Total Interferencia | Charly GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora