Capítulo 3: "Amistad"

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**CANCIÓN SUGERIDA: " Bad Day- Daniel Powter"

You sing a sad song just to turn it around
You say you don't know
You tell me don't lie
You work at a smile and you go for a ride
You had a bad day
The camera don't lie
You're coming back down and you really don't mind
You had a bad day
You had a bad day

-Lyrics "Bad Day- Daniel Powter"

PUERTO DANTE

MIAMI, FLORIDA

Juliana se sentó en el porche de su casa de playa observando el movimiento de las olas en el mar. Eran las cuatro de la mañana pero no podía dormir. Estaba esperando el acostumbrado desayuno que llegaba siempre a las cinco, luego volvía a su apartamento en mitad de la madrugada, dormía o trataba de dormir una hora y empezaba su día de trabajo. Esa era su vida.

Dobló sus piernas y las abrazó con sus brazos mientras escuchaba el sonido del mar y sentía el frescor de la madrugada. Era un momento ideal para reflexionar sobre el rumbo de su vida. Mayela se había reído de ella cuando le había dicho que iba a estar viajando entre su apartamento y su casa de playa hasta que ambas estuvieran completamente amuebladas y listas. La casa de playa tenía un dormitorio y todo lo demás, pero su cocina no estaba funcionando. Aunque Juliana nunca había sido de las que cocinaba.

En realidad lo que le había dicho a su pequeña paciente ese mismo día era cierto, se le quemaba hasta el agua. Una pequeña sonrisa llenó su rostro al recordar a la pequeña Emily Carvajal. Siempre recordaba a sus pequeños pacientes, pero con Emily las cosas eran diferentes porque le había recordado tanto a ella misma que durante el día la había tenido en su pensamiento. Era una niña maravillosa con ganas de cambiar el mundo, una niña de solo diez años. Juliana había estado tan sorprendida que a tan corta edad una niña pudiera ser tan madura.

Pero Juliana sabía a quién se debía. En la hora de conversación que había tenido con la pequeña Emily había recolectado información acerca de su ambiente familiar. Su abuela era su adoración, y por lo que Juliana había escuchado era una mujer llena de convicciones que pasaba la mayor parte de su tiempo con Emily, ya que su madre trabajaba muchísimo.

El recuerdo de Valentina Carvajal vino a su mente, y la descripción que Emily le había hecho de su madre se unió a él.

"Ella es la mejor mamá del mundo. Yo estoy aquí porque quiero que ella se sienta orgullosa de mí porque trabaja mucho para poder pagarme las sesiones".

"Mi mami tiene una amiga que es dueña de un restaurante, y le pidió trabaja hasta muy tarde por mí".

"Ella dice que aunque yo no tenga papá jamás va a faltarme su amor y siempre trata de darme todo lo que necesito aunque no sean cosas caras como algunas compañeras de mi colegio. Mi mamá me lo da con amor porque se esfuerza para comprarme las cosas".

Valentina eran una mujer sin duda admirable. Juliana lo había notado por su forma de ser con su hija y por la forma en que Emily hablaba de ella. Era una mujer dulce por naturaleza a la que la vida le había puesto una prueba grande siendo muy joven y era admirable que a pesar de todos sus problemas hubiera criado a una hija con la mentalidad y el espíritu de Emily. Juliana sonrió pensando en el mensaje que le había enviado a su secretaria en un momento en que Emily le había pedido ir al baño. Le había ayudado un poco a Valentina sin herir su orgullo de madre, y se sentía bien. Por alguna razón esa madre esforzada que luchaba día a día por su hija, le recordaba a su propia madre, Lupe.

Lupe había llegado a Estados Unidos sin casi nada de dinero desde Mexico. Había luchado por salir adelante y se había enamorado y casado con un hombre mexicano residente. Juliana había nacido en Miami y conocía la historia de sus padres. El esfuerzo que habían hecho por darle sus estudios y ahora que ella tenía la oportunidad de retribuirles un poco, lo hacía con gusto. Vivían en una linda casa, les daba dos viajes cada año al destino que ellos quisieran y los visitaba constantemente. Los quería mucho y sabía que habían luchado para sacarla adelante.

Dulce amorWhere stories live. Discover now