Capítulo 25: "Cambios"

390 56 21
                                    

**CANCIÓN SUGERIDA: "Voy A Estar- Reik"

Como la brisa en tu cara,
Como una noche de estrellas
Frente al mar,
Voy a estar, Junto a ti;
Voy a estar.

-Lyrics "Voy A Estar- Reik"

MAÑANA SIGUIENTE:

CASA DE RENATA

-iMaldita sea!-gritó Renata de nuevo mientras cerraba fuertemente la puerta de su refrigerador.

Estaba realmente furiosa, tan furiosa que podría matar a alguien, aunque no era ninguna asesina. Pero ese alguien tenía un nombre específico: Mayela Jiménez. La maldita mujer había huido a mitad de la mañana dejándola en la cama sola y desnuda después de la noche anterior. Una noche que no había sido para nada como Renata lo había imaginado.

Renata maldijo de nuevo dejando una cerveza sobre la mesa de la cocina al ver el piso con vomito. La maldita mujer.

-Maldita sea -gritó de nuevo mientras se dirigía a tomar un poco de periódico para limpiar otra mancha que indicaba que lo que había pasado anoche no lo había soñado pero, hubiera preferido hacerlo.

Había estado limpiando su casa toda la madrugada. La casa que Mayela había arruinado porque se había presentado a su cita completamente borracha. Renata ni siquiera imaginada como se había levantado esa mañana.

La noche anterior había vomitado, se había desnudado y luego se había dormido con solo un par de besos que Renata se había atrevido a darle después de que la había ayudado a cepillarse los dientes. Esa mañana la lencería roja estaba tirada en su habitación pero el abrigo de la noche anterior no estaba ni tampoco su bolso. Renata después de limpiar su casa aun desnuda había caído dormida en la cama prácticamente cuidándose de no caer al piso en la noche porque Mayela se había tomado toda la maldita cama para quedar inconsciente, aunque no había estado tan inconsciente para salir huyendo de la casa, lo que significaba que de alguna forma la había engañado.

-Esto no va a quedarse así-dijo Renata decidida hablándole a la nada-. Vas a pagar esto Mayela. No vas a engañarme de esa forma. No lo voy a tolerar y la venganza puede llegar a ser muy dulce- Renata sonrió tomando un sorbo de cerveza sin importarle que fueran apenas las ocho de la mañana. De alguna forma tenía que ahogar su frustración, y nada mejor que en algo que Mayela conocía muy bien, el alcohol-. Ni siquiera tomó tanto como la última vez-dijo Renata entre dientes antes de seguir tomando.

MIAMI, FLORIDA
PENTHOUSE DE JULIANA:

JULIANA'S POV

Las mañanas nunca han sido buenas para mí. No es que tenga un mal despertar, o eso quiero pensar. Es simplemente que no soy una buena "persona mañanera". No me gusta el concepto de levantarme y empezar el día, aunque una vez lo hago no hay quien me detenga. Cualquier día normal ya estaría en la ducha preparándome para empezar el día, tratando de hacer una taza de café decente para poder tener la suficiente fuerza para manejar hasta Starbucks y comprar un Muffin de chocolate y un Caramel Macchiato.

No podía cocinar mucho, así que no se esperaba gran cosa de mí por las mañanas. No necesitaba de mucho para empezar el día, aunque el olor a café recién hecho siempre podía levantarme así que cuando sentí ese olor maravilloso empecé a entreabrir los ojos sintiendo que mi mundo daba un poco de giros al hacerlo. Me sentía mal.

Una semana atrás había recibido a un paciente muy enfermo de un resfriado pero que no había querido perder su cita. Mi idea fue que si él había sido lo suficientemente responsable de asistir a la cita a pesar de su salud, yo no era nadie para no atenderlo por el simple hecho de que él soltara gérmenes cada vez que abría la boca. Nora lo había tratado de impedir pero al final lo había atendido. El Señor Peterson era un ancianito adorable que algunas veces solo hacía cita conmigo por el simple hecho de tener con quien hablar.

Dulce amorWhere stories live. Discover now