Dulce amor

Capítulo 16: "Cosas del Pasado"

**CANCIÓN SUGERIDA: "Hold On- Chord Overstreet"

FLASHBACK

UNAS SEMANAS ATRÁS
MIAMI FLORIDA
CLUB AZUCAR

MAYELA'S POV

Aún no entendía la razón por la que había terminado en ese club. Posiblemente fuera la tristeza que me estaba consumiendo por dentro.

Nadie pensaría que una bailarina exitosa y con mucho, futuro podría sentirse tan miserable como yo me sentía en este momento. Tenía el trabajo ideal, era dueña de mi propia academia de baile, y aun así no era feliz. Últimamente mi mente era un remolino de preguntas, dudas y demasiadas inquietudes sobre mí misma. Me sentía sola porque no me atrevía a decirle a Juliana lo que me pasaba y no tenía apoyo de nadie más. Sentía vergienza de estar a casi los veintinueve años preguntándome lo que en realidad sentia y lo que en realidad era como persona. A mi edad lo normal era estar pensando en buscar una pareja y tener una pareja o cumplir metas trazadas. Yo había alcanzado todo lo económicamente posible. No era millonaria pero tenía lo suficiente para vivir cómodamente. Era una mujer soltera que vivía en una buena zona de Miami, con un buen coche y un buen salario anual Pero últimamente me sentía perdida en lo que debería hacer.

Tenía esa sensación de verme al espejo y no reconocer el rostro que reflejaba. Esa forma triste de no conocerme y de no saber lo que deseaba en mi vida. La indecisión era algo horrible para una mujer tan segura como yo. Había cumplido todo lo que me había propuesto desde que había dejado mi hogar en Texas y me había aventurado a la ciudad de Miami para estudiar baile. Mis padres jamás habían apoyado completamente mi decisión de bailar. Recordar sus palabras siempre me duele demasiado a pesar de los años. Las palabras muchas veces pueden marcar más que los golpes. Porque los golpes duelen en el momento pero poco a poco van desapareciendo. Las palabras, por otra parte, no dejan golpes visibles que van sanando con el tiempo. Las palabras hieren el interior y esas heridas muchas veces pueden durar años abiertas, sangrando y doliendo como si recién fueran hechas. Y así me sentía yo respeto a mis padres:

"Bailar no es una profesión"

"Con el baile te morirás de hambre"

"Las personas de color no tienen oportunidades"

"No vas a lograrlo"

"No vamos a permitir que te vayas de nuestra casa para volverte una prostituta"

Cada una de esas frases se repetian en mi mente recordando la última conversación que había tenido con mis padres antes de tomar mis maletas y sola emprender un viaje a otro estado sin nada más que seis mil dólares de ahorros. Los primeros meses habían sido los más dificiles del mundo. Me encontraba sola en un lugar desconocido. No sabia que rumbo tomar ni dónde empezar a buscar. Mi sueño era estudiar baile. Era una chica negra con ganas de superarse y sin absolutamente nada de apoyo. El baile era mi sueño más grande y no podía dejarlo pasar. Así que después de seis meses y de no tener trabajo para poder pagar mis facturas tomé un camino del que jamás he hablado con nadie. Me volví bailarina de un club de striptease.

No era el sueño ideal, no era ni la mínima parte de lo que había deseado hacer al llegar a Miami; pero era la forma que tenía de no morirme de hambre y de no darles la satisfacción a mis padres de volver a casa fracasada. Era un club elegante y refinado en el cual únicamente bailaba por las noches y hacía algunos shows privados de despedidas de solteros entre otros eventos. Los ingresos fueron buenos, porque era buena en mi trabajo. Tuve la oportunidad de pedir un préstamo universitario y logré entrar a la universidad. Al entrar a la Universidad y estudiar arte las cosas habían cambiado para mí completamente. Porque en los primeros meses había conocido a Juliana, mi mejor amiga, y mi salvación.