Fuck buddy || Soobin harem ✓

Capítulo Final

-¿Cómo estás?.

Yeonjun trató de sacarle plática a Soobin pero este lo miró con nada de emoción, él entendió que lo mejor era dejarlo en paz.

-¿Porqué?. - preguntó Soobin mirando a la nada sosteniendo con fuerza su taza de té -

-¿Porqué qué?. - dijo Taehyun sosteniendo su mano para que relajara su agarre a la taza -

-¿Porqué me hacen esto?, ¿Qué es lo que quieren?, ¿Qué piensan ganar?. - cuestionó Soobin con desesperación en su voz, los cuatro dirigieron su mirada a otro lado -

Los chicos no contestaron. No había respuesta concreta para eso.

-Era divertido. - dijo Hueningkai, no se le veía contento pero tampoco triste, ni mucho menos arrepentido -

-¿Abusar de mí es divertido?. - dijo Soobin mirando al chico incrédulo -

-Era... Lo era antes, cuando éramos niños inmaduros. - respondió Yeonjun, para ese momento quería soltar una bomba de palabras que sabía que no servirán de mucho ahora -

-¿Y no se arrepienten?. – Soobin.

Fue triste verlos desviar la mirada, sintió un golpe a su corazón al ver cómo se negaban a responder, porque no. No se arrepentían.

-¿Seguirán haciéndolo?. – Soobin.

Sintió el aire faltarle al ver cómo no se movieron. Toda su tortura seguirá.

-¿Qué quieren de mí?. - estaba comenzando a abrumarse de no recibir respuestas -

-Diversion. - respondió Beomgyu como si fuese algo normal, Soobin tuvo que tomar un trago de su taza para no azotarla al piso -

-Está bien...

Soobin se puso de pie sin agregar nada más y se fue a su habitación sin mirarlos, no estaba enojado en realidad, estaba dolido.

Sentía que se estaba ahogando y no había donde terminara aquel largo mar, habían tiburones nadando debajo suyo, el sol brillaba oculto detrás de unas cuantas nubes, su balsa estaba lejos y él no lograba nadar.

Estaba tan alterado que no podía organizar sus pensamientos por lo que solo se recostó en su cama y durmió pensando que tal vez al despertar las cosas irían mejor.

Meses después

El grupo Tomorrow X Together era todo un éxito, encabezaba su generación en la música y rompía records que nadie más alcanzaba.

Era un gran grupo, y los integrantes se llevaban la atención de todos.

El carismático líder, Choi Soobin era sin duda el favorito de todos los fans incluso de los mismos Idols, tan amado y halagado por todo el mundo, Soobin sentía que por fin había ganado algo en la vida.

Pero en el grupo siempre hubo una incógnita. Los fans lo notaban, incluso algunos programas de noticias o de chismes e incluso de variedades hacían énfasis en este enigma.

El líder del grupo presentaba múltiples marcas alrededor de su cuerpo. Desde moretones en los brazos, hasta rasguños en el cuello y espalda.

Todos tenían sus ojos puestos en estos detalles, los fans preguntaban a la empresa pero nunca hubo una respuesta a todas estas preguntas. Pero eso no era lo único llamativo.

La relación entre los integrantes siempre fue extraña. Parecía como si fingieran llevarse bien cuando estaban frente a los fans o las cámaras.

Se burlaban entre ellos, peleaban constantemente, se decían cosas hirientes, se daban golpes poco amigables e incluso se daban miradas crueles. Y casi todo era hacia Soobin quien solo recibía el trato y callaba.

El grupo era acusado de abusar a Soobin, las sospechas no estaban lejos de la realidad pues todos esos meses exitosos no fueron nada lindos para nuestro querido líder quien trataba de soportar todo y olvidar los problemas cuando subía al escenario.

La prueba más evidente fue cuando los micrófonos no fueron apagados y el público del concierto pudo escuchar claramente una pelea.

-Me pisaste. - se escuchó la voz de Taehyun -

-Fue un accidente. - exclamó la tímida voz de Soobin -

-¿Porqué te reiste entonces?. – Taehyun.

-Estaba actuando. – Soobin.

-Ta perece gracioso, ¿No es verdad?. - se escuchó un golpe seguido de un movimiento extraño - ¡¿Te pareció divertido?!.

-Taehyun cálmate, ya le hicimos suficientes heridas, los fans se darán cuenta como siempre.

-Disculpate Soobin. – Hueningkai.

-Perdón. – Soobin.

-Más fuerte. – Taehyun.

-¡Perdón!. – Soobin.

Las fans saltaron furiosas dispuestas a recibir respuestas sobre lo que se había escuchado, otros fans decían que era un broma o que era un invento del staff para dejarlos quedar mal. Claramente se les acusaba de locas a estas últimas.

...

-¿Ves lo que ocasionas?, ¡Nos están acusando de lastimarte!.

Yeonjun golpeó el estómago de Soobin quien cayó al suelo adolorido.

-N-No es mi culpa. - exclamó con dolor mirando con súplicas a Yeonjun -

-¿No lo es?, ¿Entonces porqué todos se enteran?, ¡Porque te pones camisetas que no te cubren!, ¡Te hemos dicho que te cubras!. - dijo Yeonjun pateandolo nuevamente -

-A la próxima espero que puedas usar un poco de cerebro y te tapes esas mierdas.

Yeonjun le dio un último golpe antes de retirarse de la sala hacia su habitación.

Soobin sostuvo su estómago con dolor retorciéndose en el suelo, no soportaba más todas sus heridas, su cuerpo no podía soportar más todos esos golpes, sentía que se caía a pedazos pero aún así se forzaba a mantenerse fuerte y dar su mejor cara al público.

Pero no podía más, estaba cansado, quería un descanso, pero nunca se lo dieron, la empresa se negaba a dejarlo descansar, y él estaba harto de nunca poder hacer las cosas como quería, todo era obedecer, todo tenía que ser al gusto de los demás, al gusto de ellos cuatro. Estaba tan harto, estaba cansado, no quería tener que vivir eso una vez más.

No quería vivir.

Las lágrimas salían de sus ojos sin sesar, estaba tan desesperado por una salida, quería por fin tener el descanso que se merecía, quería poder salir adelante, pero no podía soportarlo más, tenía que salir y si no era por las buenas entonces lo haría a su propio modo.

Se puso de pie tambaleándose debido al dolor, caminó hasta la cocina donde tenían el cajón de los medicamentos, sus manos temblaron cuando tomó la cajita de pastillas, por su mente no pasaba nada más que recuerdos de todo lo vivido, su mente estaba aceptando que estaba por morir.

Tomó la primera pastilla, no sintió nada, tomó la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta, la séptima, se acabó las pastillas de esa caja pero no era suficiente, sacó otra caja, acabo con todas, sacó la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta, la séptima, la octava, la novena, la décima, todas, todas las que tenían, pero aún no era suficiente. Abrió el gabinete y se encontró con los detergentes, no le importaba, bebió el raticida, el limpia vidrios, el antioxidante, el aceite, todo, bebió todo lo que pudo hasta que su estómago estuvo hinchado.

Al terminar cayó al suelo sintiéndose terrible, todo su estómago ardía y sentía ganas de vomitar pero no quería hacer nada más que morir, su mente se puso en blanco y solo pudo escuchar un "¡Soobin!", Antes de cerrar sus ojos para siempre.