Contraataque

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Mientras pensaba en esto, corrió por el jardín de la villa de la familia Yan. Recientemente, había estado haciendo todo lo posible para perder peso y desintoxicar el veneno. Con el baño medicinal anterior, su condición física había cambiado mucho. Al menos, ella no sería como cuando acababa de transmigrar y ni siquiera podía correr.

Wen Qing se acercó desde afuera y se sorprendió un poco cuando vio a Song Jiaren corriendo bajo la luz del sol. Aunque se reunían todos los días y él sabía cuánto había cambiado ella, no podía evitar quedarse atónito cada vez que la veía.

Ya no podía recordar cómo era Song Jiaren al principio. La gorda Song Jiaren en su mente fue reemplazada lentamente por esta mujer con curvas exquisitas y piel clara. Estaba realmente hermosa después de perder peso. Incluso el sudor de su frente era agradable a la vista.

"Señorita Song, lo que quería ha llegado", dijo Wen Qing después de recuperar la compostura.

Song Jiaren se detuvo en seco y dijo con alegría en sus ojos: "Eso es genial, dámelo rápido".

Giró la cabeza y se reveló la mancha negra en su lado derecho que originalmente estaba cubierta. Aunque ya se había desvanecido mucho, todavía arruinaba la belleza general. Un rastro de lástima cruzó por los ojos de Wen Qing.

Song Jiaren caminó rápidamente hacia la villa. El mayor beneficio de vivir en la Casa Yan era que no importaba cuán raras fueran las hierbas que quería, Yan Cheng siempre podría conseguirlas para ella. Por lo tanto, Song Jiaren extorsionó una gran suma de hierbas como honorarios de tratamiento. Se podría decir que se había vengado por haber sido obligada a quedarse.

Quería estas hierbas porque quería eliminar por completo las manchas negras de su rostro. Sólo quedaba un último trozo de veneno en su cuerpo y necesitaba una hierba preciosa. Si no fuera por la familia Yan, probablemente tendría que esforzarse mucho para obtenerlo.

Al pensar en esto, su actitud hacia Yan Cheng cambió un poco.

Entró felizmente a la sala de estar y colocó una caja de madera sobre la mesa. Cuando quiso levantarlo, una mano grande lo levantó más rápido que ella.

Levantó la vista y vio que Yan Cheng también estaba allí. Estaba tan feliz que no lo vio en absoluto.

Yan Cheng vio la felicidad en sus ojos y arqueó ligeramente las cejas. "Esta cosa no es para que yo la use, ¿verdad?"

El cuerpo de Song Jiaren se puso rígido mientras maldecía en su corazón. Claramente no le importaba esto antes, entonces, ¿por qué estaba actuando de manera tan anormal hoy? Ella se rió entre dientes y dijo: "Esto puede considerarse mi tarifa de consulta".

Quería arrebatárselo pero Yan Cheng la esquivó. Volvió a preguntar: "¿Por qué recuerdo que la recompensa que quieres es que la familia Yan sea el respaldo de la familia Song?"

Las comisuras de la boca de Song Jiaren se torcieron. Ella dijo directamente: "¿Me lo vas a dar o no? ¿Es así como tratas a tu salvador? Te salvé dos veces. ¿Tienes que ser tan mezquino?"

Cuanto más hablaba, más suave se volvía su voz. Cuanto más interactuaba con este hombre, más palpitaba su corazón. Este hombre debería mantenerse lo más lejos posible de ella en el futuro.

Mientras estaba sumida en sus pensamientos, no se dio cuenta de que Yan Cheng ya había empujado la silla de ruedas frente a ella. Cuando se dio cuenta, se asustó tanto que dio un paso atrás y se sentó en el sofá detrás de ella.

"¿Qué estás pensando?" Yan Cheng se inclinó y le pellizcó la barbilla antes de cerrar la distancia entre ellos nuevamente.

Song Jiaren estaba un poco desconcertado. Recientemente, parecía haber algo mal con Yan Cheng. Siguió tocándola. Se echó hacia atrás un poco y dijo: "Yo también estoy envenenada y por eso necesito esta hierba medicinal. No te negarás a dármelo ya que te salvé, ¿verdad?" Miró a Yan Cheng con una sonrisa obediente.

Yan Cheng tocó la mancha negra en su mejilla derecha. La forma en que se frotó contra ella hizo que se le erizaran los pelos. Estaba aún más confundida acerca de lo que él estaba pensando.

"¿Quieres deshacerte de esto?" preguntó.

Song Jiaren asintió honestamente.

"Creo que es bueno tener este punto negro". Tan pronto como terminó de hablar, Song Jiaren no pudo evitar querer darle un puñetazo. Esta mancha negra no creció en su rostro. Sólo sabía hacer comentarios sarcásticos.

Yan Cheng realmente lo pensó así. Retiró la mano, le arrojó la caja de madera que contenía las hierbas y empujó la silla de ruedas.

Song Jiaren se frotó la barbilla dolorida mientras se sentía un poco desconcertada. Sin embargo, ella todavía estaba muy feliz después de obtener esta hierba.

Wen Qing, que había presenciado todo en la puerta, observó cómo Song Jiaren regresaba a su habitación. Sus ojos se oscurecieron. Como alguien que había seguido al Maestro Cheng desde que era joven, estaba aún más sorprendido por su actitud hacia Song Jiaren.