Es un loco de mierda. Todos dicen que esa es su magia.

Pero yo veo a alguien que teme tirar todo a la basura por un breve desliz.

Es listo y lo sabe, más actúa...como un idiota.

Tiene un alma inocente, tanto que podría compararse a la fe de un niño.

Y si le dices algo, te pregunta si hablaste cinco minutos luego del primer acto,

el hoyuelo incompleto que se forma cerca de la comisura de sus labios es horrible de admirar.

Pero si me dieran a elegir algo que juzgar sería la forma que adaptan sus ojos cada vez que sonríe, es como si vieras sonreír a un anciano muy tierno,

aunque no sea el motivo de ese gesto. Es un loco de mierda mágicamente agradable y tonto.

LECHE, MIEL Y CAFÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora